Sus Majestades los Reyes con los 120 estudiantes que este año han obtenido una beca de la Obra Social la Caixa
Sus Majestades los Reyes con los 120 estudiantes que este año han obtenido una beca de la Obra Social la Caixa - ABC
Becas de la Obra Social la Caixa

Ayudas que cumplen sueños académicos y profesionales

Desde la creación de este programa, ya se han beneficiado 3.095 estudiantes

MADRID Actualizado: Guardar
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Es un referente en la comunidad universitaria. Y la mayoría de los estudiantes son conscientes de que se trata de la oportunidad de sus vidas para acceder a un postgrado en los centros más prestigiosos del mundo. El programa de becas que concede la Obra Social la Caixa es la única opción que tienen muchos jóvenes para desarrollar todo su potencial talento. Este año, en la convocatoria 2016, han sido 120 los afortunados con estas ayudas, abiertas a dotas las disciplinas, como explicó Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria la Caixa, durante el acto de entrega de las becas: «Estamos convencidos de que el nivel de progreso de un país no se mide solo por la capacidad de sus técnicos o la originalidad de sus científicos, sino también por la creatividad de sus artistas, la sensibilidad de sus poetas y el espíritu crítico de sus pensadores».

Rebeca Dios
Rebeca Dios

Tras cada una de las becas, hay mucho más que una dotación económica. Es el sueño que muchos persiguen para llevar a cabo su proyecto vital. «Es un sueño que apuesten por aquello en lo que crees en tu trayectoria académica y profesional. En la Fundación te ayudan a sacar lo mejor de ti, no solo valoran el expediente, también tu motivación, tu proyecto, tu coherencia en la trayectoria... Es cuestión de valores. Y eso retorna a las empresas y a la sociedad», cree Rebeca Dios, una coruñesa licenciada en Arquitectura que completa la última fase de su tesis doctoral con una estancia de investigación de dos años en la University College de Londres. Investiga el papel de los anillos verdes en las ciudades, «como forma de integrar la naturaleza en las urbes para mejorar la calidad de vida y la eficiencia en los modelos urbanos», cuenta.

Una puerta internacional

Los becarios que han elegido universidades o centros de investigación europeos comenzaron el curso en septiembre de 2016, los que prefirieron Estados Unidos empiezan este verano. Es el caso de Marta Bautista, que en agosto inicia su máster en Asuntos Globales en la Universidad de Nueva York. «El máster es muy útil para mi formación, pero también Nueva York me abre una puerta a nivel internacional. Trato de aprender estrategias para influir en las decisiones políticas que se adoptan en la agenda internacional sobre mujer, paz y seguridad de la ONU; busco un impacto sobre compromisos que sean reales, con objetivos concretos... Muchas veces existe una gran distancia entre los centros donde se toman las grandes decisiones y la comunidad local donde se implementan».

Marta Bautista

Y Nueva York es el escenario ideal para conseguir ese objetivo. «Allí se encuentra la sede de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, las misiones de cada país, una sociedad civil formada por organizaciones que están en las negociaciones...Es una oportunidad de ampliar mi red de contactos, de conocer gente, de llegar a esas organizaciones...», cuenta Marta.

Algo que no estaría a su alcance, como ella misma reconoce, de no ser por esta beca. Pero no sólo es el refuerzo financiero, dice, «se trata de pasar una dura selección para llegar a una universidad puntera y es muy reconfortante que confíen en ti y en tu proyecto profesional. Yo creo que la agenda internacional mujer, paz y seguridad es muy importante».

Repercusión social

«Es una oportunidad de crecimiento en todos los ámbitos», afirma Alana Mejía, que cursa un máster en Dirección de Fotografía en la Escuela Nacional de Cine y Televisión del Reino Unido. «Me permite acceder a estudiar un máster que no hubiese podido de otra manera y a un panorama profesional que ni imaginaba. Pero además me he sentido respaldada y apoyada por las personas que trabajan en la Fundación. Y eso es un crecimiento personal porque he conseguido metas y sé que puedo conseguir otras», explica.

Alana Mejía
Alana Mejía

Aparte de su preocupación por que la igualdad de género llegue a la industria audiovisual, a Alana le gustaría trabajar en «cooproducciones españolas internacionales, para que el cine español, de autor e independiente, tenga más representación a nivel internacional como lo tiene el francés e italiano, cuyo arte es muy apreciado».

Elena Galbally
Elena Galbally

Algo similar le ocurre a Elena Galbally, pero en un campo muy distinto del conocimiento. «Lo que más me motiva de la robótica es el enorme potencial que tiene para mejorar la calidad de vida de la gente. Robots para rehabilitación, asistencia en cirugía, prótesis, exoesqueletos, el objetivo de todos ellos es mejorar la calidad de vida de las personas», dice. Estudia un doctorado en Ingeniería Mecánica en el Robotics Laboratory de la Universidad de Stanford (EE.UU.). Trabaja en «la interacción de un robot con su entorno. En concreto, comparando la efectividad de varios algoritmos de control con el objetivo de conseguir que un robot agarre objetos de distintas formas, tamaños y texturas con éxito y sin romperlos. Es imprescindible que si un robot y una persona entran en contacto la interacción sea segura», afirma .

Más de tres mil becarios

Como Rebeca, Marta, Alana y Elena otros 3.092 becarios de la Obra Social la Caixa han tenido su oportunidad desde que este programa de postgrado internacional se puso en marcha en el año 1982, con una inversión acumulada de más de 148 millones de euros.

La beca cubre el coste de la matrícula, un estipendio mensual en la moneda del país de destino, los gastos de desplazamiento y un curso de orientación. Una ayuda con una clara vocación, como explicó Isidro Fainé: «Todos estamos convencidos de que el bienestar de un país se consigue a través de la formación y la educación continuada de sus ciudadanos».

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