«Las asociaciones quieren mantener sus privilegios en las gasolineras»

Manuel Jiménez, presidente de Aesae, carga duramente contra quienes critican las estaciones de servicio sin personal

Madrid Actualizado: Guardar
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Las llamadas gasolineras desatendidas han experimentado un gran crecimiento en el último año. Cada vez es más frecuente encontrarse con estaciones de servicio «low cost» que ofrecen al cliente precios inferiores a los habituales diariamente, aunque sin tener personal que atienda a los usuarios. La CNMC recientemente alzó la voz para pedir más competencia en el sector y reclamar que no se pongan trabas a este tipo de gasolineras, aunque no ha hecho más que recibir críticas, salvo de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae).

Manuel Jiménez, presidente de Aesae, no duda al afirmar que suscriben «íntegramente los argumentos de la CNMC» sobre el asunto. Desean mostrar su versión en contraposición al artículo de ABC sobre las gasolineras desatendidas

, aunque sean los únicos que apoyan a Competencia.

¿Cuáles son los beneficios de las gasolineras sin personal?

El precio es muy económico. Hay gente que dice que cuando va a echar carburante no quiere pasar por la tienda y tener que esperar. Se ahorran también tiempo. El conductor que va con prisa no quiere pararse. Además, este tipo de estaciones se pueden emplazar en muchos más sitios porque simplifican mucho más el servicio. También nuestras estaciones son mucho más accesibles a los discapacitados que las tradicionales. Están mucho más adaptadas: pueden bajarse del coche, colocarse en su silla, pedir la cantidad, repostar e irse.

Por otro lado, están 24 horas abiertas, pueden estarlo. En los Monegros, que salgan de noche y busquen carburante. No pueden repostar porque todas las estaciones de servicio están cerradas. Brindamos un servicio 24 horas que dan muy pocas estaciones tradicionales.

En cuanto al empleo que se deja de generar, ¿cómo defenderse de esto?

El tipo de empleo que generamos es de un tipo muy cualificado, y el de las tradicionales, de gente que sabe repostar. Nosotros necesitamos personas responsables del control de las estaciones, personas con conocimientos de informática... Es personal cualificado. Renovamos el modelo de negocio. No son estaciones fantasma, hay gente vigilando. No somos nosotros los que hemos cambiado esto, es la sociedad que está cambiando todos los sistemas. Pero la digitalización no es responsable del paro, es absurdo, porque hay un interés económico detrás. No estamos contra el modelo tradicional, sino que cada uno haga lo que el consumidor le pida. Hay libertad en el consumidor, y cada punto tiene su precio. Pero parece que se quieren conservar negocios contra natura. Se está transformando el empleo, pero no destruyendo. No entendemos por qué esta posición tan agresiva contra la CNMC.

La seguridad es un tema clave. Han recibido muchas críticas por ello. ¿Son menos seguras este tipo de estaciones de servicio?

Son estaciones más seguras que las tradicionales. Están controladas por cámaras. La seguridad de la instalación no está en el personal. Los sistemas automáticos provocan que cuando hay un incendio el cliente se moja. En las estaciones tradicionales tienes que esperar a que el de la tienda salga con el extintor. El operario no es más rápido que un sistema automático. Además, en cuanto a los gases que se quedan en el depósito, las mangueras de las estaciones automáticas recogen esos gases para evitar incendios.

Hemos tenido dos reuniones con el ministerio para elevar los niveles de seguridad, y pedimos que lo hagan. No se pueden poner trabas a un negocio porque se diga que es más inseguro. ¿Dónde están las pruebas? No existen, porque se mejora la seguridad de la planta, aunque haya menos personal.

Hay comunidades autónomas que han prohibido las gasolineras desatendidas. ¿Qué opina de ello?

Si pongo operarios, tengo que subir el precio entre seis y siete céntimos. Si lo subo, he perdido mi ventaja competitiva. Me transforman en una estación con los costes que otros tienen. No puedo competir y me han sacado de mercado. Coartan la libre competencia, y van contra el principio de libre prestación de servicios. Si tengo una estación diseñada para no tener personal, ahora tengo que habilitar un sitio para personas. Si no tengo sitio, tengo que cerrar, que es lo que van buscando las asociaciones, que cerremos, no podamos hacer negocio, y nos tengamos que ir.

Como hay grupos de presión muy fuertes, pues te obligan a poner una persona. Nosotros no somos culpables del cambio del negocio. Las asociaciones no pelean por los derechos del consumidor, sino por mantener unos privilegios. Están intentando restringir el mercado.

Estas regulaciones no tienen sentido. Persiguen un interés de mercado de los que ya estaban. Hay un interés económico clarísimo. Hemos ido a la Comisión y hemos denunciado al Estado español por las comunidades autónomas que están regulando contra el libre mercado.

Entonces, ¿a quién acusan ustedes?

Los que tienen interés son las asociaciones tradicionales. Las petroleras tradicionales han visto ya también el negocio: Repsol y Cepsa tienen unas pocas estaciones automatizadas. Las asociaciones ven que su negocio está mutando, y lo quieren evitar.

Para terminar, ¿qué le piden al Estado?

Libertad de mercado, libre prestación de servicios y libertad de establecimiento. Solo pedimos libertad y que se respete la ley, y ésta dice que debe existir libertad de mercado.

Las CC.AA. tendrían que haber remitido su legislación a la Comisión Europea, y que ésta evalúe si va contra la competencia. El mercado está por encima de todo, y hay que respetarlo. El libre mercado crea empleo. Hoy la sociedad es mucho más competitiva porque hay libertad de mercado. Si me lo dan más barato, me lo compro. No pongan vallas al campo. Si transigimos volveremos a los oligopolios, a la época en que había privilegios.

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