Alemania busca funcionarios

El país germano no logra cubrir los más de 185.000 puestos que actualmente necesita

Agencia de empleo alemana EFE
Rosalía Sánchez

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Si Pepe se viniese hoy a Alemania, terminaría posiblemente convertido en funcionario alemán. Actualmente, el Estado de este país necesita más de 185.000 trabajadores , plazas que no logra cubrir según los datos publicados por la Oficina de Funcionarios y Unión Salarial de Alemania (DBB), a los que ha tenido acceso a agencia estatal Deutsche Presse Agentur (DPA). En la administración municipal faltan casi 138.000 trabajadores , de los cuales solo en los servicios de Educación se necesita cubrir de forma urgente 130.000 puestos. De acuerdo con estos mismos datos, también hacen falta 4.000 personas en los servicios de emergencias y 3.000 más en las oficinas de protección de menores.

Por sectores, en la Policía regional faltan 8.000 empleados y en la Policía federal 500. En el ámbito de los servicios públicos de sanidad se busca actualmente a 2.500 personas para cubrir puestos, en Justicia 3.000 y en las oficinas de empleo y bolsas de trabajo 1.500. Y destaca la situación de las escuelas públicas, en las que existe un agujero permanente de 32.000 puestos de profesores vacantes que lleva a colegios del centro de Berlín, como el bilingüe español–alemán Joan Miró, a soportar una constante del 2% de plazas sin cubrir, problema que afecta al correcto cumplimiento de los programas lectivos y que se desborda a medida que comienzan a producirse bajas por enfermedad o circunstancias particulares a lo largo del curso, de forma que en ocasiones los alumnos deben permanecer en el aula sin profesor.

Si algún lector se está preguntando si un extranjero puede acceder al estatus de funcionario alemán, la respuesta es sí. El primer extranjero en convertirse aquí en funcionario, de hecho, fue un hijo de emigrantes murcianos que hoy en día sigue trabajando como ujier en el Bundestag alemán. Pero para que nadie se llame a engaño, habría que aclarar que el funcionariado alemán arroja sutiles diferencias con los de otras latitudes que lo convierten en poco deseable, de ahí el problema para cubrir las plazas. «Te ves obligado a trabajar muchas más horas que las que dice el contrato, porque los controles son muy exigentes y la preparación de las clases te lleva mucho tiempo», se queja una profesora española que trabaja en Berlín desde hace seis años, «los salarios son muy bajos, mucho más que en otros sectores, por eso nadie quiere trabajar aquí como profesor, y además está el tema de las vacaciones, que son mucho más reducidas que en España».

En las administraciones regionales de los estados federados alemanes y en los municipios, la falta de personal se ha agravado debido al desafío que supone la inclusión del millón y medio de refugiados que ha ingresado en el país desde 2015. Pero el quebradero de cabeza de los puestos vacantes no es exclusivo del Estado. La economía alemana en su conjunto se encuentra ante la imposibilidad de cubrir un millón de puestos de trabajo, según el Instituto de Investigación del Mercado laboral (IAB), en un marco de empleo en el que la tasa de desempleo sigue cayendo, un 0,4% en 2017, hasta su nivel medio más bajo desde la reunificación del país en 1990, de acuerdo a los datos de la Oficina Federal de Empleo (BA), con sede en Núremberg. En la mayor economía de Europa, un total de 2,533 millones de personas estaban apuntadas como demandantes de empleo, 158.000 menos que un año antes y sin formación o capacidad para cubrir los puestos vacantes, que se reparten en desigual proporción entre los Länder orientales y occidentales.

De los puestos disponibles, un total de 801.000 vacantes corresponden a empleos en Alemania Occidental, mientras que los otros 242.000 se localizaban en Alemania Oriental. El 81% de las ofertas de trabajo requieren una incorporación inmediata.

«Los datos demuestran la robustez y la persistente buena situación de la demanda del mercado laboral», juzga Alexander Kubis , investigador del IAB, preocupado sin embargo por las consecuencias que a medio y largo plazo puede tener este déficit de personal cualificado sobre la economía alemana. Las autoridades prevén que en los próximos 15 años la situación de falta de mano de obra en la mayor economía de Europa no solo no mejore, sino que empeorará, debido a que alrededor de 1,5 millones de trabajadores tienen previsto jubilarse en ese espacio de tiempo y no hay en perspectiva mano de obra dispuesta a sustituirlos. Las empresas alemanas buscan ingenieros y técnicos de todas las disciplinas, además de desarrolladores de software. Para el sector de la salud, se requieren médicos, personal de enfermería y atención de personas mayores, así como fisioterapeutas y farmacéuticos. En el ámbito de los oficios, hacen falta fontaneros y técnicos en calefacción, climatización e instalaciones sanitarias., además de albañiles, techadores y cristaleros, a lo que se suma en las grandes ciudades una gran demanda de empleados en el sector turismo.

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