«Ahora estamos con caídas peores que en los años de crisis»

El presidente de la patronal de las bebidas espirituosas, Bosco Torremocha, asegura que la subida de impuestos «se ha cargado el sector»

Belén Rodrigo

Las bebidas espirituosas no escaparon de la crisis. La recesión atacó también al sector, y la luz al final del tunel aún parece lejana. En España, aportó el año pasado a la economía nacional 7.585 millones de euros, con una recaudación de impuestos de 1.458 millones. Cuenta con una de las producciones más arraigadas en la cultura española, con gran proyección internacional y ha sabido adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de los españoles. Es un sector sano, que pudo curarse de lo peor de la crisis, además de emprendedor e innovador. Sin embargo, desde su patronal se lamentan de la fuerte carga fiscal que se aplican a este tipo de bebidas alcohólicas, con la consiguiente destrucción de empleos y cierre de empresas . Todo unido a un 2019, de momento, en caída.

«Del 2010 al 2012 fueron años horribles por la crisis y ahora estamos con caídas peores. Se perdió un 45% de la base del consumo», explica a ABC Bosco Torremocha, director general de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) . Los números de los primeros meses de 2019 son cuanto menos preocupantes, pero desde el sector siguen buscando las fórmulas para invertir esta tendencia negativa. Conocer mejor el sector podría ayudar. «El consumidor sabe poco de nosotros, de las materias primas que se utilizan, del proceso de elaboración, de cómo se combina...», puntualiza. Y es que en España hay 3.800 centros de producción, de los cuales 3.500 son destilerías artesanales, muy concentradas en Galicia.

En el 2018 se comercializaron 215 millones de litros y se emplearon para su producción 200.000 toneladas de materias primas de origen agrícola, entre ellas uvas, hierbas aromáticas, maíz y cebada. Asimismo, el 80% de las empresas del sector son micro pymes y pymes: «El 90% está en manos de emprendedores familiares y solo hay un 5% de empresas internacionales. Más del 80% son bicentenarias», indica Torremocha.

El pulso independentista ha desplomado el consumo en las zonas del interior de Cataluña

Pese a todo, en año y medio se han producido varias subidas de impuestos, de más del 26%. «La ley de impuesto especial determina que el vino no paga por formar parte de la dieta mediterránea, la cerveza tiene un tipo reducido y nosotros siendo el 3,6% del total en litros de mercado recaudamos el 76% de la partida», subraya el director general de FEBE. Tiene claro que «la subida de impuestos en el 2016 aplicable en el 2017 se ha cargado al sector», y es que «ha generado un impacto brutal en la cadena de valor. Se vieron afectados 30.000 empleos y las empresas cierran», añade. Recuerda que la bebida espirituosa «es lo que más margen da a la hostelería y es clave para el mantenimiento de los bares. Siete de cada diez ocasiones de consumo pasa en hostelería, es un sector vulnerable y muchos de esos bares son de una persona, por eso cierran muchos». Llama la atención al hecho de que se han subido varias veces los impuestos y cada vez que lo hacen recaudan menos. Por eso desde las patronal creen que «la mejor política fiscal es ir por otro camino, bajar impuestos y sobre todo la existencia de un mensaje institucional de mantenimiento».

Cambio de hábitos

Entre los cambios más importantes que se han registrado está el de pasar el consumo de la noche al día. «El consumo del día ha crecido un 8%, por lo cual la hostelería se refuerza. «Afterwork» y sobremesas ha mejorado . Las categorías de licores van francamente bien», resalta el director general. Desde FEBE son muy conscientes de la baja tasa de natalidad en España y tienen en cuenta que, «en 2025, tres de cada cuatro consumidores serán mayores de 50 años y 1 de cada 4 menos de 28». Por eso están muy atentos a los sénior. «Los mayores de 55 años tienen los principales consumos pero con otros hábitos. Más diurno, menos frecuencia y más premium, segmento que se comporta muy bien», indica Torremocha.

«Hay una clara vuelta a lo tradicional, sobre todo el digestivo donde el sector tiene muchos anhelos, claramente en consumidor adulto», añade. El whisky representa el 24,1% del volumen de ventas, seguido de los licores (21%), el gin (19,7%) y el ron (13,8%). El 40% de la producción se destina a la exportación, que en el 2018 creció un 5%. Los principales países de destino son Filipinas, Alemania, México y Francia.

Entre los aspectos más negativos se encuentra la caída del consumo en Cataluña derivada del problema con el independentismo. «Lo de Cataluña ha sido brutal. No solo por el turismo sino que es un mercado fundamental. La tendencia es menos salida y menos consumo. En zonas de costa vamos bien pero el interior es preocupante», indica. El apalancamiento del sector en el medio rural es algo generalizado en todo el país. En lo que se refiere al abuso de alcohol, «está en mínimos, el 94,6% de las ocasiones de consumo en España son responsables y la edad de inicio de consumo ha crecido de 13 a 14 años. Las borracheras se han reducido en 7 puntos».

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