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Mesas redonda del Observatorio ABC de Infraestructuras presidida por el secretario de Estado Julio Gómez-Pomar - Ernesto Agudo/ Vídeo: Carolina Mínguez
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Fomento: «El AVE es un proyecto de Estado»

El secretario de Estado de Infraestructuras defiende la rentabilidad social y económica del tren de alta velocidad

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Tras las críticas vertidas por algunos partidos políticos, el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, ha defendido la construcción de la red ferroviaria de alta velocidad durante su intervención en el Observatorio ABC de Infraestructuras, un proyecto puesto en marcha en 1992 y que a lo largo de estos años ha contado con la participación de administraciones de distinto signo político. «El AVE viene a ser un proyecto de Estado», subrayó el número dos del Ministerio de Fomento, quien defendió la rentabilidad económica y social de este medio de transporte, así como sus aportaciones tecnológicas.

A su juicio, las propuestas de formaciones como Ciudadanos de paralizar obras de AVE no licitadas ni proyectadas se derivan de análisis «superficiales» y «desafortunados», ya que parten de estudios (realizados por Fedea) con «dos hipótesis iniciales inválidas»: la tasa de crecimiento del tráfico no es del 2% en los últimos ejercicios, sino del 30%, y el periodo de amortización de infraestructuras de este tipo se extiende 100 años y no 50, como recoge el informe.

Gómez-Pomar indicó, además, que durante el ejercicio del año pasado la alta velocidad obtuvo un beneficio neto de nueve millones de euros, incluyendo todas las partidas de ingresos y gastos.

El director de Europa de Cintra, Andrés Sacristán, recordó, por su parte, que para determinar la eficiencia de estas inversiones es necesario tener en cuenta que disponen de «una vida útil larga», por lo que la disparidad de criterios a la hora de planificar estos proyectos no resulta positiva para el sector. «Estos cambios de política cada cuatro años no son buenos para la ciudadanía».

Por su parte, el presidente director general de OHL Construcción en España, Rafael Martín de Nicolás, recalcó que el «AVE es una experiencia de éxito» por la imagen de «vanguardia» que proyecta sobre la economía española y el impulso al sector turístico. «No sería eficiente no continuar» con la extensión de la red, remachó, para a continuación recomendar al Ministerio de Fomento «profundizar» en la mejora «de la política comercial» de Renfe. Ignacio Arjona, director general de desarrollo de negocio de Sacyr Construcción, señaló que la experiencia española en la construcción de la red ha servido de «espejo» en el que se han mirado «grandes países», lo que supone un activo que se debe exportar. Animó, no obstante, a eliminar «gastos superfluos», como la construcción de costosas estaciones.

El secretario de Estado de Infraestructuras también se refirió a la inminente entrada de un operador privado en el corredor del Levante de la línea ferroviaria, proyecto que espera la aprobación del Consejo de Estado para publicar los pliegos. «La entrada de operadores privados siempre es buena», defendió, tras argumentar que una mayor competencia permite a los operadores públicos una mayor eficiencia en «costes de operación» y buscar «nuevas oportunidades de mercado», aunque advirtió que debe ser un proceso «gradual» para que no genere efectos nocivos en la red.

AVE La Meca-Medina

Preguntado por la moderadora de la mesa redonda, la subdirectora de ABC Yolanda Gómez, sobre la situación de uno de los proyectos internacionales más emblemáticos protagonizados por un consorcio español, el tren de alta velocidad entre La Meca y Medina (Arabia Saudí), Gómez-Pomar sostiene que las demoras que está experimentando la construcción de la línea ferroviaria se debe a los «retrasos en las entregas de los trabajos de la plataforma», operados por un consorcio chino, y que las «incidencias» con que se está encontrando el grupo de empresas españolas (entre las que se encuentran las públicas Renfe, ADIF e Ineco y las privadas Talgo, OHL, Copasa y ACS, entre otras) son las «normales» para una obra de estas dimensiones. «Se trata de un proyecto de extraordinaria complejidad», zanjó el secretario de Estado de Infraestructuras, quien definió la decisión de constituir un único consorcio con compañías españolas como «acertada», aunque diera lugar a un «número excesivo de empresas».

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