Entrevista Antonio Cuervas-Mons

Ñeti: «Esta tripulación es el Real Madrid de la vela»

«Si hace diez años me dices que iba a participar con esta tripulación, no me lo hubiera creído»

Javier Sobrino

Antonio ‘Ñeti’ Cuervas Mons (Santander, 1981) ha logrado hacerse un nombre entre los mejores proas oceánicos del mundo. Desde que debutó en la Volvo Ocean Race de 2008-09 como under 30 en el Telefónica Negro de Fernando Echávarri no se ha quitado el traje de aguas, y hoy es un fijo en los mejores proyectos internacionales. Tras completar su cuarta Volvo con el Mapfre, el cántabro afronta su segunda Rolex Sydney Hobart, la mítica regata de altura en la que se estrenó en 2016 con récord a bordo del mismo barco con el que este año buscará su personal doblete. Salida, el 26 de diciembre.

Ñeti regresa al coloso de 100 pies (30,5 metros) diseñado por Juan K con el que en 2016 debutó con victoria en tiempo real y récord. Su Perpetual Loyal completaba entonces el recorrido de 628 millas entre Sídney y Hobart en 1 día, 13 horas, 31 minutos y 20 segundos. La marca sería superada en 2017 por el LDV Comanche, que establecía la actual referencia de 1 día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos. Ahora bajo el nombre de Infotrack, y armado por Christian Beck, el potente supermaxi busca su venganza reforzado con una tripulación de ensueño cargada de leyendas de la navegación oceánica para una edición que anuncia un épico enfrentamiento entre cinco supermaxis de 100 pies, una liga de las estrellas que incluye también al barco más laureado de la historia del evento: el Wild Oats XI en el que compite el navegante barcelonés Juan Vila.

Esta es además una edición muy especial: se cumplen 20 años de la fatídica regata de 1998 en la que un temporal sin precedentes se cobró la vida de seis participantes, el rescate de 55, provocó el hundimiento de cinco barcos y el abandono de siete. Aquella fatalidad promovió una revolución en reglamento que convirtió a la regata y a su organizador Cruising Yacht of Australia en referencia mundial en seguridad oceánica. Rolex es su patrocinador principal del evento desde 2002.

¿Qué hace tan atractiva a la Rolex Sydney Hobart?

Creo que es una de las regatas offshore por excelencia, una referencia en el calendario anual, y en la que todo el mundo quiere participar alguna vez. La hace tan especial el hecho de que el recorrido normalmente ofrece condiciones muy variadas. Suele empezar con un nordeste de popa fuerte, y entrar un frente en cuanto llegas al estrecho de Bass con condiciones muy, muy duras

Personalmente, ¿qué es lo que más te gusta?

Es una regata mítica, y especialmente esta edición, que va a ser una de las de mayor nivel en muchos años, tanto por barcos como por equipos. Prácticamente toda la gente buena de vuelta al mundo y Copa América está aquí, y va a ser una regata muy bonita de seguir. Yo además tengo la suerte de participar con uno de los cinco 100 pies de esta edición, un barco rápido y puntero con una tripulación que es algo así como el Real Madrid de la vela. La calidad es brutal: Está Tony Mutter, que es el skipper del proyecto, Bouwe Bekking, Stu Bannatyne, Chris Nicholson, Andrew Cape, los jóvenes Willy Altadill, Lucas Chapman y Alex Gough, del Scallywag... Si hace diez años me dices que iba a estar haciendo la Sydney Hobart con esta tripulación, no me lo hubiera creído. Encantado y súper orgulloso de estar con un equipo tan potente

¿Cuál es la eslora ideal para afrontar esta regata?

En el mundo de la náutica siempre se dice que ‘ande o no ande, caballo grande’, y eso se cumple para la batalla por la victoria en tiempo real. Y este año habrá cinco 100 pies en esa liga: va a resultar muy emocionante. Será como trasladar la Volvo Ocean Race a una regata corta. De hecho, prácticamente todos los que hemos hecho la Volvo estaremos en la línea de salida; será volver a ver las mismas caras, aunque combinadas en tripulaciones diferentes. Yo tengo la suerte de navegar con gente que antes era mi rival, y por ejemplo enfrente tendré a bordo del Comanche a Patán (Pablo Arrarte), que además de compañero en el Mapfre, es un gran amigo

¿Es muy diferente navegar en el Infotrack y navegar en el Mapfre?

Es bastante parecido. La maniobra es muy similar: las velas son casi todas enrollables y tenemos botalón, pero la gran diferencia es el tamaño. El Volvo 65 se maneja bien con tripulación reducida (somos nueve), pero aquí para mover las velas hace falta mucha gente (somos 23), las cargas de todos los cabos son enormes, los winches son muy grandes, y digamos que eso le añade un extra de peligrosidad para llevar el barco muy al límite, con unas cargas tan grandes que si rompe algo puedes hacerte mucho daño

¿Se puede comparar la Rolex Sydney Hobart con una etapa corta como la última de la pasada VOR?

Espero que no sea tan dura e intensa como las últimas etapas de la VOR, porque fueron extremadamente estresantes. Siempre un recorrido corto es duro porque prácticamente no da tiempo a dormir o entrar en ritmo de guardias, y todos tenemos que estar en standby. Esta es de 30-40 horas, así que dudo que entremos en sistema de guardias. Espero que podamos echar algún sueñecito, pero estaremos todo el rato en cubierta y prácticamente sin desvestirnos. Sí, va a ser una regata dura porque siempre lo es, pero espero que no tanto como las de la VOR

¿En cuánto tiempo se podría completar el recorrido con un barco como el Infotrack si se dan las condiciones apropiadas?

En 2016 tuvimos la suerte de batir el récord de la regata con 37 horas pese a que el último tramo fue bastante lento. Comanche lo redujo el año pasado a 33, pero creo que todavía hay margen para recortar sensiblemente ese tiempo. Si comienzas con una popa fuerte, la transición del estrecho de Bass es rápida y el viento te acompaña remontando el río Derwent, estos supermaxis tienen potencial de sobra para mejorar esos registros. Aún está lejos el sueño de las 24 horas, pero creo que algún día será posible cuando empiecen a entrar los foils en la regata

¿Cómo es navegar en Australia?

Es increíble la pasión que hay aquí por la vela. Tenemos la base en medio de la bahía de Sídney, y cada día se ven regatas de clases diferentes, desde los 12 pies, 14 pies, láser,... mil barcos de clases que ni conozco. La industria náutica mueve muchísimo dinero, y es un país que vive la Sydney Hobart como algo súper especial e importante. Por algo la llaman ‘The Great Race’, La Gran Regata. Está muy arraigada en su cultura y todo el mundo la conoce. Es impresionante, y me da mucha envidia: ojalá algún día lleguemos en España a tener tanta pasión por la vela y tanto conocimiento del mar

¿Qué opinas de las tripulaciones que participan con un barco de apenas nueve metros?

Yo dividiría a la flota en dos: la gente que va en barcos de última generación y los que compiten en barcos más antiguos o pequeños. Lo respeto y admiro muchísimo, porque para plantarse con un barco de esas esloras en el estrecho de Bass –donde puedes encontrarte con olas de ocho y nueve metros, y con vientos de 50 nudos– hay que tenerlos bien puestos

¿Ves factible un desastre como el de la edición de 1998?

La verdad es que no. Por suerte, hoy en día las medidas de seguridad han mejorado muchísimo, los partes meteorológicos son más exactos. Es una pena que por desgracias como la que pasó en el 98 aprendamos a mejorar y a desarrollar todos los sistemas de seguridad, pero por suerte está muy avanzado y es muy difícil que pueda ocurrir un desastre como aquel. Por ejemplo, la organización exige que al menos el 50% de los miembros de cada tripulación haya superado un curso de seguridad y supervivencia, y que cada tripulante cuente con su propia radiobaliza de emergencia. Pero por otro lado los accidentes están ahí; la prueba de ello es la última vuelta al mundo con el fallecimiento de John Fisher. Ojalá no pase nada y lleguemos todos sanos y salvos a Hobart

¿Por qué los equipos potentes recurren a regatistas españoles?

Es una prueba de que la vela oceánica en España está en lo más alto. Ahí lo ves con Pablo Arrarte como caña de referencia en el Comanche, Joan Vila como navegante del Wild Oats o Rafa Trujillo en el TP52 Envy Scooters (antiguo Ichi Ban, barco ganador en 2017). Es una muestra de que los españoles podemos hacer regatas de alto nivel y movernos en el mercado internacional. Me gustaría que cada día haya más españoles. Todos los anglosajones con los que navego se quedan encantados de navegar con españoles, porque somos gente muy trabajadora, muy positiva, muy alegre, y les gusta trabajar con nosotros

¿Cuál es el barco en el que más te haya impresionado navegar?

El Hetairos (Baltic de diseño ketch de 218 pies de eslora, el equivalente a 66,5 metros). Precisamente ahora vengo de hacer la travesía del Pacífico Sur a bordo, desde Auckland hasta Cabo de Hornos. Es un barco de 300 toneladas, y la ingeniería es tan avanzada y el barco está tan bien diseñado y construido, que llegamos a hacer puntas de 34 nudos. Mover tanta agua, y a esa velocidad, es algo que impresiona muchísimo

¿Cómo se te plantea 2019?

Afortunadamente, bastante ocupado. Me he comprometido para hacer la temporada con el Wallycento Magic Carpet (de 30,5 metros de eslora) y alguna regata con Rambler (27 metros), Hetairos (66,5 metros) y Nikata (35 metros). También me gustaría poder tener un tiempo para descansar, recuperarme y ponerme en forma de cara al futuro. Pero, por supuesto, el 26 de diciembre de 2019 espero estar en la salida de la Rolex Sydney Hobart

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