Volvo Ocean Race

Jérémie Beyou: «Cuando era niño era bastante solitario»

«Los VO65 que están a años luz de un IMOCA de hoy. No están al nivel tecnológico de lo que está pasando fuera en otras clases o regatas

Pedro Sardina

Es su primera participación en la Volvo Ocean Race y una estrella de la navegación en solitario. Jérémie acabó tercero en la Vendée Globe de este año y ha ganado tres veces la Solitaire du Figaro. Para Beyou, que tiene 40 años y vive en Larmor-Plage en la Bretaña francesa, «Dongfeng Race Team» le llega como una gran oportunidad para cambiar el ritmo tras navegar en solitario alrededor del mundo en su Open 60 «Maître Coq.»

¿Es usted más navegante solitario que de equipo?

Ahora soy un regatista que navega en equipo (ríe). Ayer era navegante solitario y mañana volveré a navegar en solitario en la próxima Vendée Globe. Para poder valorar algo, hay que hacerlo de otra forma y vice versa. No podemos navegar toda la vida solos, hacer solo eso y ser los mejores solo en eso. Cuando era niño era bastante solitario. Hacía Optimist, Moth que es también un barco para navegar en solitario. Y necesito mis momentos de soledad también. Me gusta participar en regatas en equipo, como por ejemplo en el Trofeo Jules Verne o el Tour de Francia a vela o los grandes premios ORMA. Y ahora, en la Volvo Ocean Race, como todos tenemos el mismo barco, la expresión «esfuerzo de equipo» tiene gran importancia. Poder compartir las cosas en equipo es genial. Ganar en solitario también está muy bien, pero también te gusta poder celebrar la victoria con los compañeros.

¿Su tercer puesto en la Vendee Globe no le daría derecho a tener un equipo propio en la VOR?

No es el tema ahora. Tampoco sé si es algo que me gustaría. Charles disfruta mucho su rol. Pero para mi lo próximo es una campaña Vendée Globe en la próxima edición 2020-21 con un nuevo patrocinador, Charal, y un barco nuevo en construcción que estará el próximo verano, con el que primero navegaré en la Route du Rhum, el principio de una campaña de cinco años.

¿Por qué un navegante de su categoría elige la VOR?

Siempre he seguido con ganas la Volvo Ocean Race. He tenido varias oportunidades de hacer una etapa, pero no lo había conseguido hasta hoy que estoy comprometido con el equipo hasta el final de la vuelta al mundo.

¿La primera etapa fue un poco extraña para «Dongfeng»?

Un poco si. Creo que teníamos todavía el prólogo en la cabeza, donde no estuvimos muy bien en aguas mediterráneas. Cuando empezamos a hacer trasluchadas que no nos salieron muy bien, nos dijimos que el Mediterráneo no estaba hecho para nosotros. No pudimos hacer lo que sabemos hacer y en cuanto entramos en el Atlántico, todo volvió a su orden. No estuvimos muy bien al principio, pero si que estuvimos muy bien al final.

¿Saliendo primeros de Alicante, por qué decidieron ir con «Mapfre» en vez de hacer su propia regata?

Era nuestra estrategia y no fue la buena.

¿Cuál fue el momento clave en esta primera etapa?

La primera noche, «Vestas» trasluchó antes que nosotros con más viento y se puso delante. Tardamos, y dudamos y la separación se hizo en ese momento. No hay que repetir estas cosas porque tomaron una distancia muy grande. En la Volvo Ocean Race no hay este tipo de distancias normalmente.

¿Una tercera plaza en la primera etapa no es un buen resultado?

No, en el sentido de que salimos en cabeza de Alicante y que evidentemente la victoria era el objetivo real. Ahora bien, como equipo, hemos conseguido hacer frente a este problema y remontar hasta estar con la flota, así que es positivo.

¿Qué sensaciones tiene de esta vuelta al mundo?

Es una regata muy intensa. La Volvo Ocean Race tiene una reputación por algo. La diferencia está en todas las pequeñas cosas. Ya era así antes de que llegaran los monotipos, pero ahora, es todavía peor. Si durante tu tiempo de descanso no tienes ninguna maniobra que hacer, puedes llegar a descansar, pero si hay que cambiar una vela o lo que sea, puedes pasar el tiempo de descanso trabajando, y luego lo encadenas con tu guardia y puedes llegar a acumular mucho cansancio y hay que saber mantenerse hasta el final.

Un triunfo final de «DongFeng» pondría a China a la cabeza de la vela oceánica?

Sabemos que hay otros armadores o propietarios que están cada vez más interesados en proyectos de gran envergadura, lo cual puede ayudar bastante. Y además, veo el trabajo de Horace -Chen Jinhao- con su escuela de vela (en Shenzhen, al lado de Hong Kong) y de otros miembros del equipo que también están enseñando la vela a los más pequeños. Todo esto va en la misma dirección y espero que estos aventureros alimenten los sueños de los más pequeños.

¿Piensa usted que la Volvo carece un poco de tecnología?

No a nivel audiovisual, pero sí en los VO65 que están a años luz de un IMOCA de hoy. No están al nivel tecnológico de lo que está pasando fuera en otras clases o regatas. Por eso van a cambiar los barcos en la próxima edición.

¿Es el VO65 el barco ideal para esta regata?

A lo mejor para la Volvo Ocean Race de ayer, pero para la de hoy no lo es realmente y probablemente no lo será para la de mañana.

¿Qué piensa de la regla que abre a las puertas a las tripulaciones mixtas?

Estamos muy contentos por tener a Marie y Carolijn a bordo. Y es verdad que se necesitaba una norma para que ellas puedan estar a bordo porque antes en la Volvo Ocean Race las mujeres navegaban en equipos que eran 100% femeninos o se quedaban en tierra, así que hacía falta actuar para cambiar esto. Lo que es verdad es que si mañana, no hay reglas, probablemente Marie y Carolijn seguirán a bordo porque nos encanta navegar juntos y aportan muchísimo al equipo.

¿El recorrido de la VOR es el ideal, o cambiaría usted algo?

Yo creo que está muy bien así. Ir a Asia es muy importante para nosotros. Las etapas largas están muy bien y al final en el norte de Europa no va a ser fácil con el tráfico costero pero es muy apasionante. Así que no, no cambiaría nada.

Tras el éxito de los foils en los IMOCA, ¿es el futuro de la vela oceánica?

Más que el futuro, es el presente. En los próximos IMOCA, no podremos llevar foils en los timones, pero en cambio las formas del casco están diseñadas para los foils. Así que tendremos verdaderos «foileros» (veleros con foils).

Francia es un ejemplo mundial de regatistas oceánicos, ¿cómo se podría hacer para que otros países siguieran su ejemplo?

En Francia tenemos un gran representación de la vela oceánica. Puedes empezar muy joven, con el Mini 6.50, luego el Figaro etc. Hasta la Vendée Globe y otros desafíos, normalmente en solitario porque está más en nuestra cultura que la navegación en equipo, que es más típica de los ingleses. Los marineros extranjeros que quieren hacer la Vendée Globe empiezan con la Route du Rhum o la Vendée cuando no han navegado en solitario en su vida. Para mi lo importante es empezar desde pequeños para aumentar el nivel en general.

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