Partida atlántica de dados

Vigo (Pontevedra) Actualizado: Guardar
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Dos grandes dados navegan desde las islas Canarias hacia el Oeste. Puestos en el agua el 12 del 12 del 12. Navegación solo con el empuje del viento y las olas.

¡Alguien da más! Mientras en los mares australes trece solitarios se esfuerzan en ser los mejores navegantes en dar la vuelta al mundo a vela sin escalas, ni ayuda externa, en aguas atlánticas han puesto dos enormes dados de 27 metros cúbicos (3 x 3 x 3 metros) para ver cual llega antes al otro lado del Atlántico.

Los han botado en la isla Gran Canaria el pasado 12 de diciembre de 2012, no sé si también a las 12:00 horas. La idea de los “dados a la deriva” corresponde al artista estadounidense Max Mulhen, un creador que desarrolla sus obras con un toque marítimo. Y la ejecución del diseño de estos dados ha sido del arquitecto naval francés Francois Rougier. Un proyecto que mezcla arte e industria, medio ambiente y seguridad.

Rougier ha desarrollado una estructura para los dados con ocho compartimentos estancos en cada uno; ubicados en cada uno de los vértices del cubo. Compartimentos que a su vez están unidos por seis paneles situados en el centro de cada una de los lados del cubo. Se han diseñado para que sean inestables sobre el agua y se desplacen sobre el agua de la misma manera que al tirar los dados sobre un tapete, dando vueltas.

Seguimiento vía satélite. Para darle un vuelta más de tuerca, en el interior de cada uno de los dados hay unos sensores que transmiten datos vía satélite, lo que permitirá conocer su posición geográfica en pleno océano Atlántico, la posición que tienen sobre la vertical, su dirección y cuantas vueltas han dado sobre sí mismo, y en qué dirección, desde que han sido puestos en el agua.

Dicen sus creadores de Aqua Dice servirá como estudio para la viabilidad de navegaciones no tripuladas a través del océano, sin utilizar velas u otra propulsión.

La construcción de estos dados se ha realizado a partir de bio-composites y son 100% reciclables.

Y para evitar que alguien se ponga a jugar su partida particular con la proa de un mercante o similar, están pintados de forma llamativa y llevan unas luces que emiten un flash con cinco kilómetros de alcance y su pila tiene una duración de cinco años. Y llevan un emisor de radiofrecuencia.

¡Veremos cuanto tiempo tardan los dados en finalizar esta partida!

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