Mutua Madrid Open

Jóvenes que por fin dan el salto

El cambio generacional cada vez está más cerca. Más allá del evidente epílogo de los más grandes por una cuestión de edad, los chicos se desmelenan y plantan cara con desparpajo e ilusión

Stefanos Tsitsipas EFE

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Comienzan a creerse que pueden alcanzar lo que quieran. Tienen tenis, juventud, ilusión, y dan cada vez pasos más seguros hacia esa élite que todavía defienden con entereza los Nadal, Federer y Djokovic. Estos, no obstante, ya notan el aliento de los veinteañeros , que empiezan a perderles el respeto. Los que una vez fueron ídolos ahora son rivales.

Ya imponiendo su autoridad en los domingos de gloria Alexander Zverev o Dominic Thiem, se observa calidad y desparpajo en los que siguen sus pasos. Una buena noticia para el circuito, ávido de que apunten ya maneras para que la era dorada del tenis no se rompa de golpe cuando llegue la hora de jubilar a los mayores. Todavía en proceso de crecimiento, Stefanos Tsitsipas y Denis Shapovalov sobresalen en este grupo que empuja con fuerza. El griego, 10 del mundo, cuenta entre sus gestas con una victoria sobre Federer en los octavos de final del Abierto de Australia, donde llegó a semifinales; el canadiense, 20 de la ATP , un triunfo sobre el balear en el Masters 1.000 de Canadá 2017. A los dos, veinte años, dueños de un tenis exigente y agresivo, propio de esta época, les falta esa regularidad en las rondas importantes y en los torneos largos para completar su aprendizaje. Sin embargo, muestran carácter, descaro y valor en los grandes escenarios, donde se distingue a los buenos de los elegidos, y contra los que les sirvieron de referentes en sus inicios.

Están también instalados en la rampa de despegue Karen Khachanov, 22 años y 13 del mundo, Borna Coric (15), Alex de Miñaur (27), Felix Auger-Aliassime (30) y Frances Tiafoe (31). Se les presupone los campeones del mañana, con toda la presión que conlleva. A la técnica, la táctica, la buena mano y la potencia, tienen que sumar un buen manejo de unos focos que no todos aprenden a llevar. Chocan con una de las mejores generaciones de la historia y la sombra es alargada.

Es la que persigue, y con ahínco, Jaume Munar. 21 años, 55 del mundo, y balear como Nadal. Ha logrado esta semana su mejor posición y acude al Mutua Madrid Open con una invitación para mostrar lo aprendido y seguir creciendo. Son el futuro, pero lanzan destellos en el presente, confirmado el relevo por edad y por empuje. Para el tenis de ahora reúnen todas las condiciones: un físico potente y sin desgastar y muchas ganas.

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