Pablo Carreño,celebra un punto en la final ante Bautista
Pablo Carreño,celebra un punto en la final ante Bautista - AFP
Tenis

Pablo Carreño, recompensa a la perseverancia

El español Pablo Carreño consigue en Winston Salem su primer título ATP tras dos finales perdidas este año

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Pablo Carreño llevaba todo el año coqueteando con estrenar su palmarés ATP. Comenzó pronto a demostrar que esta temporada estaba marcada en rojo en su calendario: con 24 años -el pasado mes alanzó el cuarto de siglo-, el apelativo de promesa había dado paso a la inseguridad que daba el que no terminara de romper la barrera de entrar entre los 50 mejores tenistas masculinos.

En la tierra batida de Sao Paulo, a finales de febrero, inició el asalto de un título que se le fue resistiendo hasta ayer. Lo hizo sobreponiéndose a un 6-0 en contra de Albert Ramos en la primera ronda del ATP 250 y a un complicado encuentro ante Daniel Gimeno-Traver. No acabarían los duelos fatricidas para Carreño: arrasó a Carballés y a Cervantes y se plantó en su primera final.

Seguramente, viendo el recorrido del asturiano en el torneo, hubiera deseado encontrarse a otro español en la lucha final. Pero no pudo ser: Pablo Cuevas, cabeza de serie número tres del torneo y que, aunque de habla hispana, no deja de ser uruguayo acabó con él en su primera intentona.

No tardaría demasiado en llegar la segunda. En Estoril, torneo de la misma categoría y sobre idéntica superficie, no cedería ni un solo set hasta la final. Su juego estaba creciendo y lo demostraba venciendo con pasmosa facilidad a jugadores de la talla de Gilles Simon o Benoit Paire, ambos por encima suyo en la clasificación. Pero, caprichos del destino, esta vez sí se medía a un español en la final. Lo que hubiera sido un gran augurio en Sao Paulo se tornó en pesadilla en el torneo portugués cuando Nico Almagro le derrotaba en tres sets.

Un «sueño» hecho realidad

Pero rendirse no iba a ser una opción para Carreño. Si bien es cierto que no ha terminado de romper en Masters 1.000 y Grand Slams -su «ranking» aún no le permite ser cabeza de serie y tener primeras rondas más asequibles-, adelantar la evolución natural no era la meta del gijonés. El objetivo pasaba por imponerse, a la tercera, en un ATP 250. Anoche, sobre la pista dura de Winstom-Salem, las lágrimas de felicidad por fin inundaron su rostro.

Carreño levanta su primer trofeo ATP
Carreño levanta su primer trofeo ATP - AFP

Un lloro que solo fue el anticipio de una enorme sonrisa y de una de las mayores «dificultades» que encontró Carreño en el torneo: coger, sin lastimarse, el extraño trofeo que le acredita como ganador en el torneo estadounidense. Pero un detalle tan nimio no iba a borrar la «increíble sensación», como describió tras derrotar a Roberto Bautista, de verse en esa tesitura. De nuevo, un compatriota caía ante sus certeras derechas y su revés a dos manos. Pero, esta vez, lo hacía en la lucha por el título.

Aún le queda mucho camino por recorrer, pero también mucho futuro por delante. Con 25 años, es el español más joven entre los 100 mejores de la ATP. Eso sí, aún está lejos del rendimiento de sus «mayores»: Rafa Nadal le ha derrotado en las tres veces que se han medido, y David Ferrer en su único enfrentamiento. El primer gran paso está dado, ahora falta consolidarse entre la auténtica élite. Eso sí, el «sueño» de ganar su primer título ya se ha visto cumplido.

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