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Croacia-ArgentinaUna «final de altura» para la Copa Davis

Argentina busca su primer título tras perder cuatro finales en un duelo que contará con jugadores de mucha envergadura

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El equipo de Argentina quiere convertirse, este fin de semana en Zagreb contra Croacia y tras cuatro finales perdidas, en el décimo quinto país en lograr el título de Copa Davis en la historia de esta competición, y hacer olvidar así este negativo registro, del que es el único propietario.

El conjunto argentino lo intentó por primera vez en 1981 y otras cuatro veces en los diez últimos años (2006, 2008 y 2011), pero la suerte le ha sido esquiva, convirtiéndose junto con Rumanía e India en los países que han participado en una o más finales sin obtener la victoria.

Para esta ocasión, Daniel Orsanic, capitán del equipo albiceleste ha reunido un gran plantel formado por Juan Martín del Potro, Federico Delbonis, Guido Pella y Leonardo Mayer, todos ellos ilusionados en este empeño.

La gran victoria a domicilio sobre Gran Bretaña, campeona el año anterior en semifinales, en septiembre, donde Del Potro se tomó una cumplida revancha ante Andy Murray de su derrota en la final olímpica de Río de Janeiro unas semanas antes, sirvió para que Argentina se plantara en la final, sin olvidar la de Leonardo Mayer contra Dan Evans en el último partido.

Ambas sirvieron para confirmar el billete de Argentina, en una temporada en la que tuvieron que jugar siempre fuera de su territorio, contra Polonia e Italia.

Croacia, campeona en 2005, en la primera final en la que participó, derrotando a Eslovaquia en Bratislava para convertirse en el primer conjunto, no favorito, en ganar el título también está suficientemente reforzada, con Marin Cilic, reciente de su participación en el cuadro individual del Masters, Ivo Karlovic, Borna Coric e Ivan Dodig, que también compitió, aunque en dobles, en el O2.

El capitán Zeljo Krajan, confía en un equipo que ha derrotado este año a Bélgica, finalista en el 2015, y a Estados Unidos, tras recuperar un 2-0 en contra. También ha puesto sus esperanzas en el público y en la sede, el Arena Zagreb, sede entre otras competiciones del mundial de balonmano masculino de 2009, con una capacidad de 15.200 espectadores, y cuya superficie dura ha sido calificada de "media lenta" y aprobada por ambos conjuntos.

Será el cuarto enfrentamiento entre ambas formaciones, con victoria de Argentina en las tres precedentes, la última en el Parque Roca de Buenos Aires, en cuartos de final por 4-1, donde Del Potro masacró a Cilic en el cuarto partido, cediendo únicamente cuatro juegos en el encuentro que definió la contienda.

Argentina también ganó en los duelos de 2002 y 2006, en éste último a domicilio en el DOM Sportova, también de Zagreb.

Ninguno de los jugadores que actúan este fin de semana están situados entre los 30 primeros del mundo, pero tienen dos auténticos líderes. En el caso de Croacia, Cilic, de 29 años, toma el relevo de Ivan Ljubicic que lideró a su equipo cuando ganaron la final hace once años contra Eslovaquia.

A ellos se une Karlovic, el más veterano, con 37, que vuelve al equipo por primera vez desde 2012, y si compite en los individuales se convertirá en el de mayor edad en una final, desde que Norman Brookes, con 43 años, lo hizo hace 96 temporadas.

Del Potro es sin duda el líder del conjunto argentino. El de Tandil ya disputó la final de 2011 contra España en Sevilla. Sus lesiones en la muñeca parecen ya olvidadas y pude vanagloriarse de haber realizado este año una vuelta al circuito casi histórica, aderezada con la medalla de plata en los JJ.OO. de Río.

El campeón del Abierto de EE.UU de 2009, empezó el año en el puesto 570 del mundo, y esta semana figura en el 38. Campeón en Estocolmo donde sumó el título 19 de su carrera, el primero desde Sydney en 2014, esta final sería cerrar un regreso triunfal, sobre todo si Argentina logra transformar una pesadilla en un explosión de alegría.

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