Bautista celebra el título que logró hace unas semanas en Sofía
Bautista celebra el título que logró hace unas semanas en Sofía - EFE
Entrevista

Bautista Agut: «Estoy cerca de los buenos»

Este inicio de temporada, con dos títulos, le anima a pensar en positivo. Es un español atípico y polivalente que se hace un hueco entre la élite

MADRID Actualizado: Guardar
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En el afán por buscar herederos a Rafael Nadal o David Ferrer, la españolía, que casi siempre se mueve en función del resultado y de las alegrías, pregunta ahora por Roberto Bautista Agut. Cabe destacar en la entradilla que no se trata del relevo ni nada por el estilo, pues Bautista, que esta semana ha caído en los cuartos de Dubái, tiene 27 años (28 en abril) y lleva ya su tiempo en el circuito. Ahora brilla más que nunca y confirma que 2016 es su temporada, impulsado por dos títulos (Auckland y Sofía) que le dan la confianza necesaria para seguir entre los mejores. Pudo ser futbolista ya que estuvo en el Villarreal y se hartaba a marcar goles, pero prefirió la raqueta y confirma que acertó.

Es el 18 del mundo y, junto con Novak Djokovic, Stan Wawrinka, Pablo Cuevas y Dominic Thiem, tiene dos trofeos en lo que va de curso. Cuando no compite, se esconde en Castellón y pasea con sus tres caballos, la afición de un tenista con un estilo que se sale del patrón de la clásica escuela española.

—Dieciséis victorias y cuatro derrotas, con dos títulos en la mochila. Los datos hablan bien de usted.

—Sí, la verdad es que sí. Es el mejor principio de año de mi carrera. Ya he ganado dos torneos y me quedo con el nivel que he exhibido. He ganado buenos partidos contra gente importante, que era un poco lo que me faltó el año pasado. Estoy muy contento.

—¿Qué ha cambiado para ganar esos partidos?

–Hice partidos muy buenos el curso pasado y perdí con pelotas de partido. Hice 7-6 con Tsonga en el tercero, 7-6 con Raonic en el tercero... Jugué bien contra Djokovic en el US Open. Eso me dio buen nivel y confianza. Este año he confiado un poco más y eso ayuda a ganar partidos de ese tipo.

—¿Y en la planificación?

—No, en lo esencial no. Sí es cierto que trabajo con un preparador físico nuevo, que se llama Jorge Simó. Y le he dado continuidad al trabajo con Pepe Vendrell, mi entrenador. Hará un año en Montecarlo que viajamos juntos y nos está yendo muy bien.

—Es 18 del mundo, casi un fijo en la zona noble. ¿Se siente ya parte de la élite?

—Sí, me veo bien. Me veo cerca de los buenos, que es algo muy importante, y sé que si estoy a buen nivel estaré ahí. Es de lo que se trata, uno de mis objetivos es estar cerca de mi mejor ranking, que fue 14 en 2014.

—¿Y el objetivo es el top 10?

—No creo que toque hablar mucho de ello. El top 10 está lejos, quedan muchos puntos. Siendo 15 o 16 estás a unos 1.000 o 2.000 puntos del top 10, y eso es mucho. Hay que ir poco a poco, no me pongo objetivos de ranking. Sí quiero competir bien, seguir con la regularidad de este inicio de año y en todo tipo de pistas. Quiero olvidarme un poco de los números, del ranking, y centrarme en el trabajo.

—Cuando uno enlaza una racha buena, ¿se siente poderoso?

—Sí que es cierto que cuando uno tiene inercia positiva te crees que puedes ganar a cualquiera. Y me pasa eso. Te da tranquilidad, afrontas los momentos decisivos con calma. Y eso te hace ganar partidos. De ahí la importancia de un inicio bueno, te da un colchoncito para el resto de temporada.

—Tiene ya 27 años. ¿Por qué se tarda tanto ahora en ganar?

—El tenis está muy profesionalizado, más que antes. La gente se cuida más, la gente aguanta hasta más tarde. Hay muchos por encima de 30 años jugando y ganando. La experiencia es un grado y ayuda a estar donde estoy ahora. La gente, con 18 años, está muy verde en comparación con los que tienen el culo pelado en el circuito.

—¿Es usted tan frío como parece?

—La procesión va por dentro. En el tenis hay estrés, hay nervios, y cada uno exterioriza sus sentimientos a su manera. Yo soy un jugador que intenta estar concentrado, expongo poco lo que siento, lo que me pasa. Se me nota menos que a los demás porque no tengo tantos malos gestos, sí.

—Tiene título en tierra (Stuttgart), en hierba (Hertogenbosch) y en cemento al aire libre (Auckland) y en cubierto (Sofía). ¿Es la polivalencia su mejor virtud?

—Muy poquitos pueden decir eso, la verdad es que me hace muy feliz. Me faltaba ganar en pista rápida y en cubierto y lo he hecho este año.

—¿Y qué se marca a corto plazo?

—El trabajo que no se ve, ese trabajo que se hace desde casa. Es imprescindible y primordial para estar fuertes y no tener lesiones. Eso significa tener una campaña regular y a partir de ahí hay que seguir con esta hambre, con ganas de seguir avanzando y mejorando. Esta es la línea buena y tengo muchas ganas de competir.

—Usted ahora ocupa el espacio de Nadal, al menos en títulos. ¿Cree que se le reconoce justamente?

—Es muy difícil tener a un deportista como Rafa Nadal. Y entiendo que se haga más hincapie en él. Pero sí que es verdad que tenistas somos muchos, que somos la mayor potencia, el país con más jugadores en el top 100. Y se debería destacar más a menudo.

—¿Y a Nadal cómo lo ve?

—Está pasando un periodo delicado. Gana menos partidos y no está habituado porque ha ganado mucho toda su vida. Cuando no ganas, el nivel de presión es muy grande. Pero seguro que va a encontrar su manera de competir como antes.

—Están Nadal y Ferrer, usted por detrás como garantía, y parece que más allá hay un vacío. ¿Qué tenemos por detrás?

—Seguro que España va a tener jugadores por detrás. No sé a qué nivel, otro Nadal u otro Ferrer va a ser difícil. Pero habrá gente joven y ahora debemos disfrutar. Hay que pensar en lo que tenemos, que no es nada fácil.

—¿Ha pasado el ruido de los amaños y de las apuestas ilegales?

—Han tirado datos, comentarios, han salido algunas cosas... Pero en el circuito le puedo asegurar, yo que viajo más de treinta semanas al año, que entre los jugadores de lo último que se habla es de todo eso. Yo quitaría las apuestas, sin duda. Solo pueden llevar malas cosas. Mensajes de amenazas cuando pierdes [él ha recibido] y muchas cosas que para el deporte no son buenas...

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