Feliciano López, durante su partido ante Djokovic en el US Open
Feliciano López, durante su partido ante Djokovic en el US Open - AFP

Feliciano pone en aprietos a Djokovic

El toledano desarboló al número uno del mundo con su juego de saque y volea y estuvo a punto de forzar el quinto set. España se queda sin representación en el US Open

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«Let’s go López, let’s go!» El grito -pedir a un estadounidense que pronuncie ‘Feliciano’ a los gritos no es realista- bajaba desde el gallinero de la Arthur Ashe con poca fe, casi por la obligación del respetable de apoyar al menos favorito. La poca convicción del público en que el tenista toledano le pusiera en aprietos a Novak Djokovic había dejado las gradas de la pista central del US Open primero con calvas, después con lagunas y al final casi desierta en la parte de arriba.

Feliciano sí creyó. Jugó un partido por encima de las expectativas, incómodo para Djokovic con su juego de saque-volea, con dosis de genialidad y sólido durante mucho tiempo que hizo soñar a algunos, sobre todo en la recta final del encuentro, con la gran sorpresa del torneo.

No fue suficiente para tumbar al serbio, que se impuso tras dos horas y 39 minutos de juego (6-1, 3-6, 6-3, 7-6)

El primer set discurrió según el guión previsto. Feliciano conservó muchos puntos con su saque poderoso, pero perdió más por errores no forzados. El número uno del mundo no necesitó sacar su mejor tenis para imponerse con facilidad.

En la segunda manga, Feliciano salió con otra cara. Entendió mucho mejor que sus posibilidades pasaban por presionar al serbio con subidas a la red. Djokovic, muy lejos de su mejor versión toda la noche, sintió la presión del tenista español que percutía sobre su revés para dominar los puntos.

Feliciano se colocó con 5-3 a su favor y perdonó con un despiste -un globo que pensaba que se iba fuera, que botó dentro, y que después no supo devolver- una bola de set. Cuando parecía que el toledano se ablandaba, se rehizo con un saque directo para llevarse el segundo set.

Qué pensaría Feliciano al empatar a Djokovic. «¿De verdad puedo ganar al número uno del mundo? ¿Me voy a meter en semifinales de un grande por primera vez?» Sea lo que estuviera en su cabeza, arrancó el tercer set con dudas. Tenía ventaja para empatar 1-1 en juegos, y cometió doble falta. Otra doble falta, en ese mismo juego, le permitió a Djokovic romperle el saque. Poco después, tenía dos bolas de break para recuperar terreno y las desperdició. Con tantas facilidades, a pesar de que el serbio deambulaba por el peor tenis que se le recuerda esta temporada, Djokovic se llevó el gato al agua.

El capítulo final del partido presentó a un Feliciano enrocado en su saque, que se jugaba las subidas a la red casi con temeridad, sabedor de que Djokovic sentía la presión. Fue el mejor momento del español, que llegó a tener opciones de romperle el saque y avanzar hacia un quinto set. Eso nunca ocurrió: ya entrada la madrugada en Nueva York, en el tie break, Feliciano entregó la cuchara. Pero la dio vacía.

El español no podía estar satisfecho con la derrota, pero no se quitó méritos. «A pesar del 6-1 inicial he hecho lo que tenía que hacer y he incomodado al número uno del mundo», dijo en rueda de prensa. ¿Llegó a creer que podía ganar el partido? «He llegado a creer que jugaríamos el quinto set, y ahí quién sabe lo que habría pasado».

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