Presidente de la Federación

Luis Rubiales, la revolución con el diálogo

El nuevo presidente de la Federación quiere cambiar todo el funcionamiento de la sede y hará un auditoría para conocer las cuentas

Vídeo: Luis Rubiales, nuevo presidente de la Federeción Española de Fútbol (RFEF)

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

De casta le viene al galgo. Futbolista modesto, defendió los derechos de los futbolistas, hizo huelgas, se encerró en vestuarios para apoyar a todos sus compañeros y exigir el dinero que se les debía. Hablemos claro, se le conocía más por su liderazgo en pro de los jugadores que por su calidad técnica. Era un luchador en el césped . Y lo ha sido en los despachos, primero como presidente de la AFE y ahora como nuevo jefe del fútbol español. Quiere revolucionar todos los estamentos de una casa que no ha evolucionado desde que Villar cogió el mando en 1988. Lleva, la Federación, treinta años de retraso, de letargo. Rubiales desea ejecutar el cambio radical soñado con el diálogo por bandera, como base de trabajo. Siempre lo hizo así. Convencer, negociar. Quiere romper los mil viejos vicios de la era Villar . Sánchez Arminio dejará de dirigir el arbitraje. Rubiales luchará por dar un vuelco total a la institución. Por, «abrirla al mundo, democratizarla», como él señala. Es otro reto difícil en su carrera. Pero a Rubiales le va la marcha.

Habrá un cambio imparable. Primero, en las cuentas, auditadas externamente. Segundo, en el arbitraje, con la destitución de Sánchez Arminio y la entrada de otros colegiados al mando

Habrña un cambio total en la Federación: «El dinero públicos se invertirá de acuerdo con el CSD». En Segunda B y Tercera: «Les aseguro que el proyecto de futuro no será el que se ha conocido . Hay que hablar con las partes y volver a decidir». En la Copa del Rey: «Tenemos que dialogar con todos para ver qué Copa del Rey queremos planificar». En el Fútbol sala olímpico: «Quiero que sea deporte olímpico y deseo apoyar el fútbol sala femenino».

Luis Rubiales tenía razón. Tres días antes de las elecciones expuso a ABC « con humildad» que ganaría las elecciones presidenciales de la Federación Española de Fútbol por varias decenas de votos de diferencia. Lo aseguraba porque lo sabía. Porque se ha recorrido toda España durante medio año, «casi noventa mil kilómetros», para hablar con más de ciento veinte asambleístas y ganarse la confianza de la mayoría de ellos. Tenía claro que estaban con él. En la arrolladora victoria de «Pundonor», su apelativo como futbolista, vimos cómo una vez conocida la goleada, 80-56, todos los electores contactados se apuntaron al caballo ganador. Hubo un voto en blanco, el de Lopetegui. Y hay carta blanca, con esa mayoría, para ejecutar el cambio que Rubiales pretende.

Votaron 137 asambleístas de los 139 posibles, porque el presidente de la Federación, el voto 140, no existía. El vencedor obtuvo la mayoría absoluta a la primera , nada menos que 80 apoyos. Venció un trabajador del fútbol que ahora se ha transformado en un trabajador de la Federación.

El motrileño nacido en Las Palmas piensa protagonizar «el cambio imparable», como lo define el propio presidente. Comienza una nueva era en el fútbol español, una etapa difícil, pues deberá cambiar el paso a un fútbol español acostumbrado al oscurantismo secreto de Ángel Villar, que dirigió durante treinta años la Federación Española como un cortijo cerrado en el que no se decía nada y se echaba a todo el que quisiera abrirse al mundo.

No será fácil la labor del nuevo presidente, pues viene a eliminar viejos vicios y prebendas basadas en amistades profundas . Pero muchos dirigentes de las Territoriales se han sumado al cambio que propugna porque ellos mismos se han tenido que plegar a la dictadura de Villar durante treinta años. Y eso no puede repetirse.

Una auditoría externa

«Tomo posesión como presidente con responsabilidad, con el afán de devolver la confianza que el fútbol español me da», manifestó el ganador. «Quiero agradecerles todo a mis padres, porque gracias a ellos fui jugador del Motril. Mi hermana Evelyn sabe bien lo que he viajado por toda España. Mi pareja, Raquel, ha tenido que aguantar que he estado fuera muchos días». Explicó seis meses de campaña muy duros: « He conseguido a través de miles y miles de kilómetros en coche muchas experiencias. Voy a fiscalizar las cuentas de la Federación y quiero hacer una auditoría externa ya para conocer el estado económico de esta casa. El cambio es imparable».

Habló ante ABC de quien se acordaba en este momento histórico: « De mi abuelo Luis, que no ha podido vivir esto y que ha conseguido por mí todos los goles que no marqué en mi vida». Quiere eliminar muchos vicios federativos antidemocráticos. Tiene año y medio para hacerlo, porque entonces habrá otras elecciones. Si se gana la fe de todos, no las habrá.

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