Álex Rins posa en la sala de reuniones del diario ABC
Álex Rins posa en la sala de reuniones del diario ABC - ABC
Moto2

Álex Rins: «No me veo a la altura de los pilotos de MotoGP»

El subcampeón de Moto2 reconoce que prefiere aprender bien en la categoría media antes de dar el salto

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En el Gran Premio de Valencia, Álex Rins terminó segundo por detrás de Tito Rabat, pero su buena proyección en buena parte de la temporada empujó sus números para acabar segundo del Mundial por detrás de Johann Zarco. El piloto de Barcelona, que todavía no ha cumplido los 20 años (8 de diciembre de 1995), espera tener vacaciones pronto, pero no será al Caribe. «Ojalá», expresó sonriente en su visita a ABC.

No esconde que le gustaría dar el salto a MotoGP, pero es consciente de que todavía tiene y quiere aprender mucho en una categoría tan igualada como Moto2. «Ahora mismo creo que no podría hacer mucho en MotoGP. Por supuesto, me gustaría vivir un final tan apretado como ha sido este.

Pero, por el momento no me veo a la altura de los pilotos de cabeza. Espero hacerlo un poquito mejor el año que viene en Moto2, coger más experiencia y subir cuando me sienta preparado. Desde luego, quiero luchar por el campeonato». De los circuito españoles le encanta el ambien de Valencia y Aragón, y de los internacionales, el de Silverstone.

Intenta desconectar en los circuitos con su equipo, haciendo bromas y pasándoselo bien. Esa segunda familia es, según Rins, lo que muchas veces decanta la carrera hacia un lado u otro. «Más que el tándem piloto-moto añadiría piloto-moto-equipo. En Moto2 todo lo que pueda ayudar cualquiera del equipo es muy importante». Quizá una décima para llevar hacia la victoria.

Le gustan todos los deportes, sigue la Fórmula 1, el baloncesto, los rallies, y el fútbol. Seguidor del Barcelona, cree que ganará 2-1 en el clásico. Aunque si tiene que vibrar con un deporte, eso solo lo consiguen las motos. Y muy a su pesar, no puede practicar esquí para evitar lesiones que le impidan rendir al cien por cien encima de la moto.

Se considera muy supersticioso, siempre se pone el guante derecho antes que el izquierdo y dice no fijarse mucho en las chicas que le tapan el sol en la parrilla. Aunque tiene amigos pilotos, confiesa un secreto: «No son muchos porque si eres amigo de tu rival, al final no puedes luchar al cien por cien».

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