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Atletismo

La deuda pendiente con Beitia

La cántabra, que se retiró tras rozar la medalla en los Juegos de Londres, volvió con fuerza y tratará de resarcirse en Río

Ruth Beitia celebra una victoria.
Ruth Beitia celebra una victoria. - Efe

En agosto de 2012, los Juegos de Londres fueron crueles con Ruth Beitia. Considerada la mejora atleta española de todos los tiempos, se retiraba de la competición tras quedarse a las puertas de su anhelada medalla olímpica. Acarició el premio, aunque se le escurrió entre los dedos en el último instante. Deleitó con un sensacional salto de altura de dos metros, superando a las principales favoritas. Ya empezaba a saborear la gloria. Entonces irrumpió la sorprendente Brigetta Barrett para alcanzar los 2,03 y dejar fuera del podio a la cántabra. Doloroso. Decía adiós sin culminar su sueño. Sin embargo, sólo aguantó cuatro meses fuera de las pistas. Decidió regresar porque todavía se veía con fuerzas. El deporte lo celebró. Y tanto. Ahora, a sus 37 años, se encuentra en un extraordinario estado de forma y afronta la cita de Río de Janeiro con la ilusión intacta. Las Olimpiadas tienen una deuda pendiente con ella.

«La vida me dio una segunda oportunidad después de los Juegos de Londres. Mi sueño es la medalla olímpica y espero que en Río se haga realidad el único sueño que me queda», afirmó Ruth Beitia el pasado mes de marzo, cuando se proclamó subcampeona del mundo de salto de altura en Portland.

La incombustible santanderina podrá disfrutar de sus cuartos Juegos. Siempre se ha superado. Se estrenó en Atenas en 2004 con un salto de 1,89 metros. En Pekín elevó su registro hasta los 1,96. Y en Londres, donde llegó a los dos metros, estuvo más cerca que nunca del podio olímpico. La atleta posee un palmarés resplandeciente, pero tiene una espina clavada y tratará de quitársela en Brasil

Con el éxito firmado el pasado mes de marzo en Estados Unidos, Beitia suma ya doce medallas internacionales. Incluyendo las pruebas al aire libre y en pista cubierta, lleva cinco medallas mundiales: plata en Doha 2010 y Portland 2016 y bronce en Moscú 2006, Moscú 2013 y Sopot 2014. A nivel europeo, se ha alzado con siete preseas: oro en Helsinki 2012, Gotemburgo 2013 y Zúrich 2014; plata en Madrid 2005, Turín 2009 y París 2011; y bronce en Birmingham 2007. Casi nada.

Ramón Torralbo es la sombra de Ruth Beitia. «Mi 50 por ciento». Con esta expresión suele referirse la cántabra al hombre que dirige sus entrenamientos desde 1990. Se conocieron cuando ella sólo tenía once años y hacía sus pinitos como fondista. Él se percató muy pronto del talento de aquella cría para el salto de altura.

Beitia, con sus 192 centímetros de altura, tiene un récord personal en salto de 2,02 metros. Es una de las principales esperanzas españolas para los Juegos de Río. Posee la segunda mejor marca del año, ya que en los Campeonatos de España voló por encima de los 1,98.

Tras los Juegos de Londres, durante los cuatro meses que duró su retiro, Beitia aprovechó para patinar, realizar descenso de cañones y escalada, montar en moto... Se trata de una mujer versátil. Finalizó la carrera de Fisioterapia y ahora estudia Psicología. Sin olvidar que es diputada del Partido Popular en el Parlamento de Cantabria. Manolo García, el cantante preferido de la atleta, pone la banda sonora de una trayectoria que busca su guinda en Río.

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