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Atletismo

Con los pies en el suelo y la cabeza en el oro

Miguel Ángel López acumula en sus piernas miles de kilómetros en una disciplina en la que es fundamental el ritmo y la concentración para evitar que el caminar rápido mude en trote

Miguel Ángel López, tras una carrera.
Miguel Ángel López, tras una carrera. - Afp

Es, con Ruth Beitia, el mejor atleta español de estos momentos y, también con la saltadora de altura cántabra, la gran baza para medalla en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Miguel Ángel López Nicolás -Llano de Brujas, Murcia, 3 de julio de 1988- afronta en Brasil el reto de una doble participación: en 20 y 50 kilómetros marcha, un desafío que solo tiene dos precedentes, protagonizados por José Marín en Moscú 80 y Seúl 88 y por Valentín Massana en Atlanta 96.

Miguel Ángel López acumula en sus piernas miles de kilómetros en una disciplina en la que es fundamental el ritmo y la concentración para evitar que el caminar rápido mude en trote. Y se ha convertido en el gran dominador de una especialidad a la que llegó a los once años, por azar, como sucede a esas edades tempranas en las que los críos practican deporte más por juego que por competición. Fue casualidad que un compañero de colegio se pusiera enfermo y tuviera que renunciar a una competición en la que el niño López Nicolás ocupó la vacante. Compitió, quedó segundo y le gustó. A partir de ese momento, el joven que empezó con el karate -llegó a ser cinturón amarillo-, después se pasó al atletismo y a los diez años se apuntó al baloncesto, se inclinó por pisar sin levantar los dos pies del suelo.

21 años después, el murciano, campeón de Europa y del mundo en 20 km y de España en 50, ya sabe lo que es competir en unos Juegos Olímpicos. El quinto puesto y diploma en Londres 2012 fue solo el primer peldaño de una marcha hacia la gloria deportiva en la que no se ha bajado del podio y que continuó de forma ascendente en 2013, con un bronce en el Mundial de Moscú, hasta el oro en el Europeo de Zúrich de 2014 y de nuevo el primer cajón en el Campeonato del Mundo de Pekín un año después.

A López solo le falta el oro olímpico para completar un palmarés envidiable. Se prepara a fondo, como ha hecho siempre desde que hizo del deporte su modo de vida, desde que comenzara a entrenar solo porque en su pedanía murciana a nadie le atraía la marcha, desde que se convirtiera en la gran esperanza española para lograr medalla en Río. El oro, que no piensa en la plata.

Pero doblar en Río no ha sido un camino de rosas. Una lesión de rodilla cortó su preparación, pero el atleta se sobrepuso y logró la mínima en la primera prueba de 50 km de su vida para intentar el doblete en los Juegos de Río. «Sé que mi prueba son los 20, y lo preparo de forma prioritaria, pero quiero cumplir la ilusión de competir bien en los 50», declaró el murciano en una entrevista al diario ‘El Financiero’.

Miguel Ángel López sigue en marcha hacia su sueño en Brasil. Superó la lesión de rodilla como ha vencido los sobresaltos que el zika o la inseguridad han acompañado los prolegómenos de Río 2016. «Nunca he pensado en renunciar, aunque me gustaría tener la seguridad de que no correremos peligro por el zika. Existe un poco de preocupación por la situación actual en Río. La inseguridad nos tiene alerta, pero tratamos de informarnos para tomar todas las precauciones necesarias, para no tener problemas allí». Miguel Ángel sigue en marcha.

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