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Ciclismo

La última 'Bala'

A los 36 años, Alejandro Valverde se siente con piernas para buscar el oro olímpico que persigue desde 2004

Alejandro Valverde celebra un triunfo.
Alejandro Valverde celebra un triunfo. - Afp

Hace años que Alejandro Valverdele declaró la guerra al tiempo. El murciano ya no es el líder absoluto del Movistar, devorado por el talento y la voracidad de Nairo Quintana, y cada vez se le buscan más candidatos para consumar un relevo generacional en la primera línea del deporte mundial. Pero algo tiene el ciclista español que le permite estar aún en las quinielas de las pruebas de mayor lustre. En Río persigue un viejo anhelo, el de colgarse el oro olímpico, un metal que se le resiste desde Atenas 2004. Brasil es su última bala.

España cuenta con un equipo de campanillas par la gran cita del deporte universal, copado de grandes nombres llenos de prestigio y un palmarés abrumador. Será, además, la última posibilidad de conquistar el Olimpo para Valverde. El murciano fue el único ciclista español que llegó a la meta en los Juegos de 2004, acosado por los calambres y al borde de la extenuación. El resto de los integrantes cayeron en el camino. La enfermería acabó repleta. Astarloa, Freire e Iván Gutiérrez acabaron en el suelo. Sólo el ‘Bala’ consiguió colar a España en la clasificación final, aunque fuera en el puesto 47, a dos minutos y 29 segundos del campeón, Paolo Bettini.

El italiano, de hecho, no le quitaba ojo cuatro años más tarde, en Pekín. Sabía que el murciano tenía opciones de tomarle el testigo como corredor de oro. Precían tener las bicis candadas, pero el triunfo estaba reservado para otro español, Samuel Sánchez, que entró en meta 23 segundos por delante de Valverde. La cumbre del Olimpo no era para él, aunque esta vez tenía la certeza de haber contribuido a que la presea más valiosa volase a España y diera un impulso notable al medallero de su país.

Valverde se mira ahora en el espejo de Aleksandr Vinokúrov, que conquistó los Juegos de Londres a punto de cumplir 39 años. El kazajo tiró de experiencia y pillería para aprovechar un despiste de Rigoberto Urán y cerrar su currículum de la forma más brillante posible. «Los kazajos somos pocos pero estamos muy unidos», declaró el antiguo corredor del Astana. España tiene listo para Río un gran equipo, repleto de estrellas que muchos clubes tendrían como líderes. Queda por ver, eso sí, cómo trabajan en grupo y su capacidad de sacrificio. Si estarán tan unidos. Valverde se prepara para una espectacular batalla en su carrera contra el tiempo.

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