El «show Bolt» ya está en marcha en Brasil

La llegada de Usain Bolt a Río de Janeiro, el campeón olímpico de 100 y 200 metros lisos y el hombre más rápido en la tierra, causó un gran impacto en los medios de comunicación y los amantes del deporte. Antes de viajar a Brasil, el atleta ya había aumentado la velocidad de muchos corazones. Varias atletas olímpicas del Reino Unido, por ejemplo, le pidieron hacerse fotos con él en el aeropuerto de Londres, poco antes de su partida.

Bolt está hospedado en un hotel de cuatro estrellas cerca del aeropuerto de Galeão, en el norte de la ciudad. Comenzó su entrenamiento hoy en el Centro da Marinha (CEFAN), de la Armada brasileña, situado en la Avenida Brasil.

Gran parte de la prensa mundial trata al velocista como el máximo protagonista de los Juegos de Río.

El atleta está acompañado de la delegación de Jamaica en el hotel, que parece haber sido escogido deliberadamente por la este equipo para evitar el acoso. Está extremadamente aislado de la ciudad; sin embargo, en el momento en que Bolt puso un pie fuera del recinto los fotógrafo,s que ya estaban en su lugar, empezaron su trabajo.

La semana pasada el campeón ganó la carrera de los 200 metros en la Liga Diamante en Londres. Compitió solamente para mostrar su forma física. Venció con la marca de 19'80''. No corrió la prueba de los 100 metros. Bolt viene de un período reciente de lesión muscular, que se produjo a principios de julio, durante la selección de Jamaica para los Juegos Olímpicos. El velocista llegó la noche del miércoles a Río de Janeiro, en torno a las 21.oo horas.

Su llegada fue marcada por un fuerte esquema de seguridad, dentro y fuera del Aeropuerto. Fue también de varios misterios y mucha correría. Bolt desembarcó como un rayo, a las 1:30 de la madrugada, sin que nadie lo supiera y fue directo a un coche particular con guardias de seguridad, privilegio de poquísimos competidores. Desembarcó por un lugar especial, diferente de por el que llegan el resto de los atletas dos Juegos.

Sin embargo muchas personas lo reconocieron y se acercaron al atleta. El poseedor del récord mundial busca su tercer oro olímpico. Cuestinado por si estaba soñando con nuevas conquistas, la única pregunta que respondió al público fue: «no dormí».