Mundial Rusia 2018

Un finalista sin «nueve»

Titular en todos los partidos, Olivier Giroud sigue sin estrenarse como goleador y acumula un solo tiro a puerta de catorce intentos

Doce años ha tardado Francia en regresar a una final mundialista, solo dos en repetir en el último partido de un gran torneo tras alcanzar también la final de la pasada Eurocopa. Al igual que le ocurre ahora a España, la selección gala también hubo de enfrentarse a una catarsis tras proclamarse campeona de forma consecutiva en el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000. Desde entonces ha vivido en un tobogán constante, con sonrisas (otro subcampeonato mundial en 2006) y amargas lágrimas provocadas por las tempranas y sonoras eliminaciones de Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010.

Ahora, de la mano de Didier Deschamps , miembro destacado de aquella selección que levantó la Copa del Mundo en París, Francia volverá a jugar por el título con la garantía de contar con un grupo que parece haber alcanzado su plena madurez. Un equipo rocoso y muy físico en defensa y brillante en el ataque gracias a los descomunales brotes de talento de sus principales estrellas.

A este grupo dirigido por el metódico Deschamps, que también ha resultado ser experto a balón parado, solo se le encuentra un lunar. La decisión de apartar a Benzema de la selección por el escándalo sexual de Valbuena, hace ya casi tres años, obligó a convocar un cásting en busca de un nuevo delantero centro. Se probó a Gignac, Gameiro o Lacazette, pero el ganador fue Olivier Giroud , a quien la suerte le ha dado la espalda en Rusia. El nueve de Francia llegará a la final sin haberse estrenado como goleador pese a haber sido titular en los seis partidos disputados hasta ahora por su selección y de haber permanecido en el campo 500 minutos. Más de siete horas nublado. Griezmann y Mbappé suman tres tantos cada uno en casi el mismo tiempo. Las ganas y el empeño no se le pueden negar al de Chambery, que aún así presenta los peores números de todo el campeonato para un hombre en su posición: un solo tiro a puerta en catorce intentos. Solo contra Bélgica fueron cinco sin que Courtois tuviera que inmutarse lo más mínimo por él.

Giroud , que fue traspasado el pasado mes de enero al Chelsea después de media vida en el Arsenal, acabó la temporada en la Premier con apenas siete goles. Su presencia en el once ha sido la cuestión más debatida entre la opinión pública francesa. Deschamps, pese a todo, le considera una pieza clave por todo lo que facilita. Su posición centrada obliga a los zagueros rivales a fijarle en todo momento, lo que libera la creatividad de Mbappé y Griezmann. Éstos, a su vez, se cansan de habilitarle ocasiones sin que él responda.

Lloris, salvador

Si Giroud es la cruz de Francia, la cara la vuelve a poner Hugo Lloris . En un Mundial marcado por las pifias de los porteros, el guardameta francés se reivindicó una vez más y resultó fundamental para que su selección esté en la final del domingo. Una mano suya ya salvó a Francia en el partido de cuartos ante Uruguay, y ayer repitió por dos veces. En la primera mitad se estiró con decisión para enviar a saque de esquina un potente trallazo de Alderweireld que ya se cantaba gol, mientras que en la segunda, con Francia ya por delante, evitó el empate con una exhibición de reflejos ante otro fuerte disparo de Witsel.

Lloris ha recibido cuatro goles en el Mundial , tres de ellos en el partido ante Argentina de octavos, y ni siquiera una derrota en la final le quitaría el derecho a ser considerado el mejor guardameta de Rusia 2018.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación