El entrenamiento de la selección española de fútbol en Carranza provocó la algarabía entre los cerca de 4.000 aficionados gaditanos que coparon la grada de Preferencia . Los seguidores se volcaron especialmente con Sergio Ramos, andaluz, estrella del Real Madrid y capitán del combinado nacional, siendo el jugador con más internacionalidades.
Pero también hubo gritos de ánimo para Morata, De Gea, Carvajal, Cazorla (espléndido en los disparos) y el resto de compañeros. No obstante, uno de los momentos brillantes del entrenamiento lo protagonizaron Thiago y Rodri, jugadores de Bayern de Munich y Manchester City respectivamente.
Jesús Casas, encargado de dirigir el entrenamiento (Robert Moreno sigue los ejercicios desde fuera para tener una perspectiva más amplia) dejaba a los dos chicos peloteando en el centro del campo en lugar de ensayando los disparos . Durante varios minutos comenzaron a pasarse el balón de banda a banda, demostrando una calidad soberbia tanto en el pase como en el control. Muchos aficionados alucinaban con esta técnica que es imposible verla en Carranza cada dos domingos.
Fueron dos de las estrellas de la noche. Junto a Fali, el central del Cádiz CF que nada más salir por la bocana del Estadio se ganó los vítores de una hinchada que le adora: «Fali, selección», gritaban mientras el defensa se fotografiaba con Ramos al final de la sesión.
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