Eurocopa 2016

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Inglaterra 1996

Eurocopa 1996: el primer gol de oro

Bierhoff marcó el tanto de la victoria para Alemania ante la República Checa

Bierhoff celebra el gol de oro en la final. - Efe

A finales del siglo XX la Eurocopa todavía no había visitado al país inventor del fútbol. Inglaterra tuvo que esperar a la celebración de la décima edición para ver desfilar pos sus estadios a las mejores selecciones del continente. Y lo hizo renovando su formato en la búsqueda constante de un mayor atractivo y repercusión mediática. Para empezar aumentaron a 16 los equipos en la fase final del torneo. Pero además, hubo una novedad más, cuyas consecuencias fueron determinantes: el gol de oro en la prórroga.

Sin embargo, y pese a las expectativas, el campeonato se caracterizó por la falta de gol. De hecho, dos de los cuartos de final terminaron con empate a cero y las semifinales se resolvieron por penaltis. Eso sí, la igualdad e incertidumbre en los marcadores generó más emoción que nunca.

España acudió a la cita con la base del equipo que cayó en los cuartos del Mundial de Estados Unidos contra Italia. La selección quedó encuadrada en el grupo B junto a Francia, Bulgaria y Rumanía. El primer encuentro acabó en tablas frente a Bulgaria. El segundo partido fue contra Francia, el rival más temible del grupo. El equipo de Javier Clemente salvó un punto con un gol de caminero en los últimos minutos. Tras estos dos empates, el choque ante Rumanía se convirtió en decisivo. Con sufrimiento, España se impuso por 2-1 y logró la clasificación como segunda de grupo por detrás de Francia.

Inglaterra fue el rival en los temidos cuartos. Los anfitriones contaban con la experiencia y el apoyo de toda la grada. Pero el encuentro terminó sin goles. Un resultado que tampoco varió tras el tiempo extra. Los penaltis resolvieron el choque. Y fue desde la pena máxima desde donde España siguió agrandando su leyenda de los cuartos fatídicos. Hierro y Nadal erraron sendos lanzamientos y mandaron al equipo para casa.

El equipo local se midió en las semifinales a la Alemania de Klinsmann. El equipo germano había resuelto con solvencia la fase de grupos al imponerse a la República Checa, Rusia y empatar con Italia. En cuartos derrotó a una sorprendente Croacia que ya apuntaba maneras que plasmaría con un tercer puesto en el Mundial de Francia dos años después.

Por tanto, las semifinales enfrentaban al anfitrión contra el favorito. El choque terminó con empate a un tanto. Sin embargo, esta vez los penaltis sonrieron a los germanos. En la otra semifinal aún hubo menos fútbol. La República Checa y Francia empataron a cero. La eliminatoria también se resolvió desde la tanda de penaltis donde los checos fueron más certeros.

El 30 de junio se disputó la gran final en el mítico estadio de Wembley. Más de 73.000 aficionados disfrutaron de un partido único. Alemania volvía a verse las caras con la República Checa en una final. Los Poborsky, Nedved, Nemec y Berger eran la revelación del campeonato tras haber dejado fuera a selecciones tan potentes como Francia, Holanda o Italia. Un camino nada fácil. Los checos se adelantaron en el marcador, pero Bierhoff forzó la prórroga y el propio delantero alemán fue el encargado de anotar el primer gol de oro en la prórroga del campeonato. Un tanto que valía un título. La selección germana rompió una sequía de 16 años y levantó su tercera Eurocopa.

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