Eurocopa 2016

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Italia 1980

Eurocopa 1980: la venganza alemana

La selección liderada por el portentoso Hrubesch volvió a reinar en el continente y se sacó la espina de la derrota en la anterior edición

Alemania celebra el título. - uefa.com

La sexta edición del campeonato contaba con una importante novedad. Por primera vez fueron ocho los equipos que participaron en la fase final y no cuatro. Este aumento buscaba una mayor repercusión para el torneo. El formato pactado suponía formar dos grupos de cuatro equipos en el que los dos primeros jugasen directamente la final y los dos segundos el tercer y cuarto puesto. Sin embargo, pese al cambio en la estructura del campeonato, los favoritos eran los mismos. Holanda, Italia y, sobre todo, Alemania Federal, que llegaba con la idea de sacarse la espina de la edición anterior.

El aumento del número de plazas benefició a España, que logró la clasificación para la fase final y quedó encuadrada en el grupo B junto a Inglaterra, Bélgica e Italia. El equipo entrenado por Ladislao Kubala y que contaba en su once con jugadores de referencia como Arconada, Migueli, Alesanco, Gordillo, Satrústegui o Quini se midió en el primer encuentro a la anfitriona. El choque terminó con empate a cero y un punto para cada equipo. Sería el único que España sumaría en el torneo.

El segundo partido fue contra Bélgica. El gol de Quini no impidió la derrota por 2-1. El último y definitivo encuentro contra Inglaterra terminó con idéntico resultado en contra y la eliminación de España con el agravante de ser última de su grupo. Este pésimo resultado provocó la marcha de Kubala como seleccionador tras once años en el banquillo. Pero la gran sorpresa la protagonizó Bélgica, que además de ganar al equipo español, logró empatar tanto con Italia como con Inglaterra y clasificarse para la final. La anfitriona tuvo que conformarse con el segundo puesto.

En el otro grupo se cumplieron los pronósticos y Alemania Federal quedó primera. Y lo hizo derrotando a Checoslovaquia con un gol de un joven Rummenigge que vengaba la final perdida en la edición anterior. Esta vez los vigentes campeones se consolaron con una segunda posición. Los germanos también se impusieron a Holanda por 3-2 con un 'hat-trick' de Klaus Allofs suficiente para convertirle en máximo goleador del torneo. El tercer encuentro lo empataron a cero con Grecia, la cenicienta del grupo.

El 21 de junio Italia y Checoslovaquia disputaron el partido de consolación por el tercer y cuarto puesto. El encuentro acabó con empate a uno. Los penaltis decidirían. Se necesitaron nueve lanzamientos para que un jugador fallase. Y fue un futbolista italiano. La pena máxima volvía a sonreír a Checoslovaquia.

El estadio Olímpico de Roma acogió el 22 de junio la gran final entre Alemania Federal y Bélgica. La selección germana se enfrentaba, una vez más, a la revelación del torneo. Pero esta vez aprendieron de los errores del pasado y no se dejaron sorprender. Con un equipo que conjugaba veteranía y juventud, ahí estaba Bernd Schuster, supieron mantener en todo momento el control. A los diez minutos Horst Hrubesch adelantó a Alemania. Todo parecía controlado hasta que un penalti transformado por Vandereycken llevó el empate en el último tramo del partido. Los fantasmas de cuatro años atrás amenazaban con volver. Pero a dos minutos del final, Hrubesch volvió a aparecer para marcar el tanto del triunfo y completar la 'vendetta' alemana.

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