Selección española

Una victoria para ganar tiempo

Si España gana hoy a Croacia se clasifica y garantiza, de paso, la estabilidad del proyecto de Luis Enrique

Luis Enrique, en un entrenamiento en Las Rozas EFE

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Sin perder la perspectiva, que tampoco quedarse fuera de la final a cuatro de esta novedosa Liga de las Naciones supondría el fin de la humanidad, bien le iría a España solventar su visita de esta noche a Zagreb con una victoria. Principalmente porque el triunfo garantiza eso, el estar en junio de 2019 peleando con otras tres potencias de orden mundial en este nuevo torneo que se ha inventado la UEFA para darle cierta emoción a los compromisos internacionales, y también porque garantiza la estabilidad de la era Luis Enrique , estupenda en sus inicios con las victorias ante Inglaterra (1-2 en Wembley), Croacia (6-0 en Elche) y Gales (1-4 en Cardiff) hasta que se tropezó de manera estruendosa en el Villamarín en el segundo asalto contra los ingleses (2-3). La selección, en plena regeneración, debe recuperar cuanto antes el vuelo y Luis Enrique tiene hoy, por así decirlo, su primera final desde que llegó al cargo. Cabe insistir en un detalle, el mismo con el que empieza este texto, para entender el escenario: sin perder la perspectiva.

Terminar como líder en este Grupo 4 de la Liga A, equivalente a la Primera división europea, tendría un efecto reparador para España, necesitada de alegrías después de encadenar tres chascos tan dolorosos como los de Brasil, Francia y Rusia. Aún a cuestas con la herida del último Mundial , de secuelas importantes por los flojísimos resultados y por todo lo que pasó en Krasnodar con Julen Lopetegui y su despido por entregarse a un Real Madrid que también le ha despedido ahora, el combinado nacional se ilusionó con la llegada de Luis Enrique, quien garantizaba disciplina –se entiende que no había demasiada– y un soplo de aire fresco necesario para un vestuario justito de autoestima.

Fue un amor a primera vista, sobre todo después de los dos primeros encuentros ante Inglaterra y Croacia, pero la realidad de España no es tan ilusionante. Tiene un buen equipo, un magnífico equipo incluso , pero ya no es tan arrebatador y brillante como lo fue no hace tanto, siendo imposible no acordarse del ayer por mucho que se empeñen los protagonistas. España tiene jugadores de nivel, pero seguramente no muchos están entre los tres mejores de su puesto, así que toca ponerse a remar para encontrar una ruta más directa hacia el éxito. De ahí que Luis Enrique fuera el elegido.

Sin centrales

Al seleccionador apenas le ha dado tiempo a inculcar sus ideas, si bien es cierto que se nota su mano tanto en la gestión del grupo como en la manera de proceder en el campo. Hoy, ante una Croacia desconcertante y más que saciada por su notable Mundial (subcampeona), el asturiano volverá a mover el árbol obligado en buena parte por las circunstancias. No hay un equipo definido, pero sí que hay futbolistas fijos como De Gea, Ramos y Busquets, y pueden considerarse casi de ese grupo Isco y Saúl.

De este modo, se regresa a Zagreb 40 años después de la última vez (fue en un duelo ante la extinta Yugoslavia) con muchísimas dudas, multiplicadas en defensa porque España tiene un problema serio con los centrales. Se fue Piqué y a Ramos le falta una pareja de baile, más si cabe con la baja por lesión de Nacho. Al casting se presentan Í ñigo Martínez, Diego Llorente y Mario Hermoso , siendo este último el zaguero de moda del fútbol español, pretendido incluso por el Madrid y que podría debutar a lo grande como titular. En esa línea, se da por sentado el regreso de Jordi Alba una vez ha recibido el indulto por parte del técnico. Es experiencia para una defensa marcada por los errores de bulto ante Inglaterra en el campo del Betis.

Solo Busquets, como se ha apuntado ya, es fijo en el centro del campo, aunque Saúl siempre ha estado en el equipo después de su irrelevante papel en Rusia. En esa zona de creación, Isco reclama un peso especial y es el nexo con una delantera que lidera Rodrigo, de momento el «9» de Luis Enrique por todo lo que aporta.

En estas anda España, que ganando toma aire y se ahorra el mal trago de tener que esperar al Inglaterra-Croacia del domingo . A los croatas, con un irregular Modric al frente y alentados por una afición que puede volver al campo tras el castigo por la aparición de una esvástica pintada sobre el césped del estadio Pojud de Split durante un duelo pasado ante Italia, solo les da vida el triunfo.

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