Carlo Tavecchio, presidente de la Federación Italiana de Fútbol
Carlo Tavecchio, presidente de la Federación Italiana de Fútbol - AFP
Calcio

El «vergonzante» presidente de la Federación italiana

Carlo Tavecchio ha hablado mal de las mujeres, los negros, los homosexuales y los judíos

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A juzgar por sus insultos, parece claro que al presidente de la Federación italiana de Fútbol (Federcalcio), Carlo Tavecchio, de 72 años, no le gustan los negros, ni los judíos, ni los homosexuales ni el feminismo. En una conversación con un periodista, Tavecchio pronuncia frases despectivas hacia judíos y gais, y el pasado año hizo comentarios xenófobos sobre jugadores africanos.

El número uno del fútbol italiano, que fue dirigente en la banca, y alcalde democristiano, muestra su vena racista, antisemita y homófoba, partiendo de una clásica premisa: «No tengo nada en contra, pero…». Al hablar de un comerciante y propietario de inmuebles en Roma, Cesare Anticoli, lo define como un «judiazo», añadiendo: «No tengo nada contra los judíos, pero es mejor tenerlos a distancia».

Después, al referirse a un exdirigente de la Federcalcio, pregunta al periodista: «¿Pero es realmente homosexual?», evidenciando después su homofobia: «Yo no tengo nada en contra, pero tenedlos lejos de mi. Yo soy normalísimo». Estas frases se las comentó al periódico online SoccerLife, en una entrevista que fue grabada en el mes de junio y que ahora ha llegado al primer diario del país, el «Corriere della Sera», que la ha hecho pública.

Misoginia y racismo

Las declaraciones han suscitado una gran polémica, porque además llueve sobre mojado. El presidente de la Federcalcio mostró ya su misoginia al referirse a las jugadoras: «Las mujeres son discapacitadas en el fútbol». Su vena racista la sacó cuando era candidato a presidir la Federación, en julio 2014, al mostrar dudas sobre la supervisión que se hacía en el fútbol italiano sobre los jugadores africanos, poniendo como ejemplo el caso de Poba, jugador del Lazio: «Inglaterra estudia si los futbolistas que llegan al país cumplen con la profesionalidad necesaria para poder jugar. Aquí, en cambio, llega un Optí Poba, que antes comía plátanos y ahora juega de titular en el Lazio». Esta declaración levantó ampollas y casi le costó el no ser elegido presidente de la Federcalcio, pues muchos aficionados y dirigentes de clubes consideraron que Tavecchio representaba lo más rancio del fútbol italiano y del deporte en general.

Tavecchio, al ser preguntado por el Corriere sobre sus frases inoportunas y deleznables, se ha defendido subrayando que era «víctima de un chantaje»: «He encontrado a una persona que conozco desde hace tiempo (el periodista Massimiliano Giacomini, director de SoccerLife), al que no he concedido, como él me pedía, financiación para sus actividades editoriales y la posibilidad de utilizar la Federcalcio como vía para obtener contribuciones europeas». Al igual que ya hizo en la época de su célebre frase racista contra los negros, recordando su empeño a favor de Africa, también ahora trata de poner en evidencia que tiene «óptimas relaciones con la Comunidad judía, no solo de naturaleza deportiva: yo he apoyado la posición de Israel en el último Congreso de la FIFA».

«Hecho gravísimo»

El director de SoccerLife ha explicad que el audio ha sido difundido ahora porque se ha percatado recientemente de los insultos contenidos en la grabación, que duró horas. El periodista replica a Tavecchio: «Sabe que miente en la acusación que me hace», y explica que ha ofrecido las declaraciones al «Corriere» para que tengan más difusión. En efecto, las frases del presidente de la Federcalcio encabezan los medios italianos, con durísimas condenas. El presidente de los judíos italianos, Renzo Gattegna, lo descalifica sin rodeos: «Sus indecentes afirmaciones antisemitas y homófonas constituyen un hecho gravísimo y un inmenso daño de imagen para la credibilidad del deporte nacional y de sus instituciones».

Muy duras también las reacciones en el mundo del fútbol. El presidente de la Asociación de entrenadores, Renzo Ulivieri, ha manifestado que «esas frases no las debe pronunciar nadie, mucho menos el presidente de la Federcalcio». Lapo Elkan (Juventus) las califica de «vergonzosas», mientras algunos lideres políticos piden su dimisión, como ha hecho Andrea Marcucci, presidente de la Comisión de Cultura y Deportes.

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