Messi pasa por delante del trofeo de campeón de América tras caer frente a Chile en 2015
Messi pasa por delante del trofeo de campeón de América tras caer frente a Chile en 2015 - AFP
Copa América 2016

Presión chilena para la obsesión albiceleste

La selección dirigida por Juan Antonio Pizzi busca revalidar título ante una hambrienta Argentina, que acumula 23 años de sequía

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Alejandro Díaz-Agero
Actualizado: Guardar

Es 4 de julio de 2015. Alexis Sánchez lanzaba el penalti decisivo de la tanda que dilucidaría el ganador de la Copa América 2015. Romero se vencía sobre su costado izquierdo. Chile se proclamaba campeón frente a la Argentina de Leo Messi

Hoy, 26 de junio, la final de la Copa América Centenario reedita la de hace solo un año. Lo hace en la fecha del 38 aniversario del primer mundial conquistado por Argentina, el que se disputó en su casa. Desde entonces, y hasta 1993, cuando ganó su último trofeo, la albiceleste se hizo con otro mundial (1986), dos Copas de América (1993 y 1993) y una Confederaciones (1992). 23 años después, el conjunto dirigido por el «Tata» Martino buscará recuperar la senda triunfal que la alzó como una de las naciones de referencia en el fútbol mundial.

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Chile podría ser la segunda selección en lograr el «bicampeonato» —conquistar dos torneos consecutivos— después de que Brasil lo hiciera al ganar las copas de 2004 y 2007. Casualidades del destino, la «canarinha» derrotó en ambas finales al mismo rival: Argentina. El mismo desafío que «la Roja» acomete esta noche. Con esta hazaña al alcance de la mano, se antoja difícil de creer el hecho de que la primera victoria en partido oficial de Chile frente a Argentina se diera hace tan solo 8 años.

En la albiceleste se espera que Martino de continuidad, en la medida que las lesiones se lo permitan, al once que ha logrado llegar a la final con suficiencia: derrotó por 4 a 1 a Venezuela (posiblemente la revelación del torneo) y por 4 a 0 a una mermada selección de Estados Unidos. Rojo, Pastore y Gaitán están tocados, pero según informó la AFA durante la semana, no deberían tener problemas para disputar la final. Peor suerte han corrido Lavezzi y Augusto Fernández, que no podrán estar a disposición de su técnico. Biglia entraría por el mediocampista del Atlético, y Di Maria, que se lesionó durante la fase de grupos, se ha recuperado y podría ser de la partida en el trío atacante acompañando a Leo Messi y Gonzalo Higuaín, que parte con ligera ventaja respecto al Kun Agüero. De no llegar en condiciones óptimas para iniciar el partido, el sitio del «Fideo» lo ocuparía Nico Gaitán, reciente fichaje del Atlético de Madrid.

Juan Antonio Pizzi recuperará a dos fijos de su medular, Marcelo Díaz y Arturo Vidal, que se perdieron la semifinal por sanción. Entrarían en el equipo titular en sustitución del Gato Silva y el Tucu Hernández, que los reemplazaron en la victoria por 2 a 0 frente a Colombia. La duda aquí para el también rosarino Pizzi reside en el jugador que acompañará a Alexis Sánchez y Eduardo Vargas en el frente de ataque. Probablemente será Fuenzalida, carrilero de la Universidad Católica de Chile que se ha destapado como un recurso polivalente de gran valor para los suyos.

La gran presión que el equipo chileno ejerce innegociablemente sobre sus rivales será el principal escollo que deberán afrontar los del «Tata». Si Argentina intenta eludirla elaborando concienzudamente desde que sus centrales tengan la pelota, deberá reducir sus errores a cero y no perder la concentración ni un solo segundo. México falló en ambas cosas y se llevó siete goles en los cuartos de final. De afrontar la albiceleste el partido así, será de vital importancia el papel de Banega sobre la construcción: ni Mascherano ni Biglia aglutinan cualidades beneficiosas para salir vencedores en este contexto, pero la calidad, la mentalidad y la pausa del jugador del Sevilla bien pueden valer la final para los suyos. Y sino, siempre quedará Messi.

"Lo único que les importa a todos es ser campeones; es una obsesión que no los deja tranquilos", cuenta el periodista del diario «Olé» de Argentina Antonio Serpa refiriéndose al sentir del combinado albiceleste. De canalizar esa obsesión hasta convertirla en una motivación inteligente dependerá el desenlace de la Copa América Centenario. Ahí estará Chile, que meterá toda la presión posible para hacer que la obsesión de los argentinos derive en la ansiedad que les facilite volver a hacerse con el título de campeones.

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