Primero, anuló un gol de Messi en el minuto 61 por mano (en el control, el balón le tocó en el brazo izquierdo) cuando el partido estaba empatado a uno.
Ya con 2-1 para los catalanes, se invalidó otro tanto azulgrana (m. 74), obra de Piqué, por fuera de juego milimétrico de Arturo Vidal antes de asistir al central. Llegó a empatar de nuevo el Atlético.
Y en el minuto 83 reclamó un penalti de Piqué , que tocó claramente el balón con la mano dentro del área. González González, el árbitro, estuvo tan exigido como Martínez Munuera en el VAR.
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