La importancia de un diagnóstico precoz

El cáncer de próstata es una enfermedad con una elevada incidencia (más de 23.000 casos nuevos al año en España), equivalente al cáncer de mama en la mujer. La edad media al diagnóstico son 69 años y únicamente un 15 por ciento se diagnostican en menores de 65 años.

La mayor parte de los casos se diagnostican en pacientes asintomáticos por la elevación en sangre de una proteína llamada antígeno prostático específico (PSA) que solo se produce en la próstata. Por ello, es tan importante el diagnóstico precoz.

Afortunadamente, la mayor parte de los casos nuevos (casi el 90 por ciento) se diagnostican en fase potencialmente curables . Apenas el 4-5 por ciento se diagnostican con enfermedad metastásica, ya diseminada. En esta última situación, en la que el tumor ha escapado ya de la próstata, el tratamiento de elección es la supresión hormonal, es decir, eliminar la producción de andrógenos, ya que estas hormonas controlan el crecimiento del tumor. Los avances en esta fase son continuos en un intento de lograr cronificar la enfermedad.

En la situación habitual en la que el tumor, con una alta probabilidad, permanece en el interior de la próstata, el elemento crucial es determinar cuál es su localización dentro de la misma , el volumen que ocupa y su biología que nos informa sobre su agresividad. Para ello, se realiza una resonancia magnética multiparamétrica seguida de una biopsia con técnicas de fusión de imágenes que permiten dirigir las biopsias a las zonas sospechosas.

Dependiendo de la agresividad y localización del tumor, hay múltiples opciones terapéuticas que incluyen el seguimiento activo, la terapia focal si el tumor es unilateral y está bien caracterizado, o los tratamientos radicales mediante cirugía o radioterapia (externa o braquiterapia). La cirugía de este tipo de tumores consiste en una prostatectomía radical que se puede hacer abierta, laparoscópica pura o asistida por robot.

El pronóstico del cáncer de próstata depende esencialmente de la extensión del tumor y de la agresividad del mismo.

• Bernardino Miñana es codirector del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra