Ederson celebra el título de liga con el Benfica.
Ederson celebra el título de liga con el Benfica. - AFP
Premier League

Guardiola apuesta en la portería

El Manchester City ha hecho oficial el fichaje del joven portero del Benfica, Ederson, por 40 millones de euros

Madrid Actualizado: Guardar
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Después de una temporada extraña, el lío de la portería en el Manchester City parece haber llegado a su fin y, como no podía ser de otra manera, ha tenido que suceder al más puro estilo Guardiola: con un fichaje controvertido. El conjunto «citizen» ha querido zanjar todas las posibles dudas que el bajo rendimiento de Claudio Bravo había levantado entre los aficionados y, a golpe de talonario, ha desembolsado 40 millones para hacerse con los servicios de Ederson Santana de Moraes, que hasta ahora militaba en el Benfica portugués. La astronómica cifra es más sorprendente aún si se tiene en cuenta que ha convertido a este brasileño casi desconocido en el segundo portero más caro de la historia, solo por detrás de Buffon.

Ederson ha entrado así en la no tan prestigiosa lista de fichajes de Guardiola, un entrenador venerado por sus conocimientos tácticos pero denostado al mismo tiempo por su dudoso ojo a la hora de escoger a jugadores que refuercen sus plantillas. Sus apuestas por futbolistas de bajo renombre pero «enorme progresión» son recordadas aún por los aficionados al fútbol como loterías imprudentes. Pérdidas de dinero sin sentido. En el Barcelona el caso de Chigrinskiy tal vez sea el más llamativo, pero no hay que remontarse tan atrás en el tiempo para encontrar otras muescas en su extenso historial. Teniendo en cuenta esa realidad, el nuevo portero del City, de tan solo 23 años, contará con más presión de la que le gustaría, probablemente, y con la difícil tarea de acallar a los incrédulos que ya alzan la voz y critican su llegada sin haberle visto jugar un solo partido.

El fiasco de Claudio Bravo

El año pasado Guardiola quiso apostar por lo seguro. Deseoso de instaurar su característico estilo de toque y posesión en su nuevo equipo, decidió prescindir de los servicios de Joe Hart, portero que por sus condiciones no encajaba dentro del esquema preestablecido. Para el entrenador catalán es necesario que el guardameta sea bueno con los pies, capaz de iniciar las jugadas él mismo. Se decantó entonces por el cancerbero del Barcelona, el experimentado y contrastado Claudio Bravo, que llegó a la entidad inglesa ovacionado como uno de los mejores en su posición. Nada parecía indicar que esta vez Guardiola hubiese errado en el tiro.

Claudio Bravo en su etapa en el Barcelona.
Claudio Bravo en su etapa en el Barcelona. - EFE

Pero las cosas no sucedieron como se esperaban. En ningún momento el chileno estuvo a la altura de las expectativas. Tras un inicio dubitativo y tras una serie de malas actuaciones en la Premier y en la Champions, acabó siendo reemplazado por el que en principio debía ser el portero suplente, Willy Caballero. Sorprendentemente, la apuesta segura del de Sampedor acabó, como tantas otras suyas, en fracaso soberano. Ahora el City afronta un mercado de fichajes en el que pretende rearmar un equipo que pretende ser competitivo otra vez. Con la marcha anunciada recientemente de Caballero, y tras el fiasco de Claudio Bravo, una de las tareas primordiales para encarar la nueva temporada era blindar la portería. Con la llegada de Ederson, la única pregunta que queda por solucionar es qué hará Bravo ante su más que posible suplencia. A sus 34 años podría decidir quedarse y asumir su nuevo rol, pero no son pocos los que opinan que acabará marchándose para buscar la redención en otro equipo.

Un futuro prometedor

Nacido en 1993, Ederson es un jugador jovencísimo y con una progresión que se presume envidiable. Pese a haber llegado a la élite algo tarde en comparación con otros portentos de su posición, su espectacular temporada en el Benfica ha servido para llamar la atención de un Guardiola que ha querido jugársela con él.

Comenzó su carrera en el Ribeirão aunque su mejor nivel lo mostró en el Rio Ave, club en el que militó durante tres temporadas. En 2015 fichó por el Benfica, pero su juventud y el hecho de que la portería estuviera bien cubierta por Julio César le acabaron relegando a un segundo plano. En aquella primera temporada acabó jugando para el filial. Al año siguiente gozó de más oportunidades y llegó a disputar un total de diez encuentros en liga. Su seguridad le acabó de colocar como el relevo natural en la portería del Estádio da Luz. En esta última campaña se ha erigido como el meta titular y ha disputado casi todos los encuentros del equipo.

Ahora, tras firmar para jugar en la Premier, deberá demostrar que lo que se ha pagado por él ha sido una inversión justificada. Sobre él pesa la losa de los 40 millones y el temor de una hinchada que no termina de fiarse del ojo de su entrenador. Su continuidad y su futuro dependen de cómo se desenvuelva en una de las ligas más competitivas y seguidas del planeta. A partir de ahora jugará su «todo o nada» particular.

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