Final Champions 2016La fama rojiblanca del Rey Felipe VI

La primera vez que a Don Felipe lo llevaron al fútbol le quedaban pocos días para cumplir ocho años. Fue el 11 de enero de 1976, en el Vicente Calderón, y para ver un derbi madrileño. Pasó el partido sentado a la izquierda de su padre, que no llevaba ni dos meses como jefe del Estado. Fue en aquel Atlético de Madrid-Real Madrid donde nació la fama rojiblanca del actual Rey. Sucedió justo después del partido, en el palco del estadio.

Cuenta la crónica de ABC de aquel día que los periodistas no tuvieron problema para entrar en la zona noble del Vicente Calderón, donde también estaba Adolfo Suárez, que poco después sería nombrado presidente. Don Juan Carlos saludó a los cronistas: «Me perdonaréis que no sea demasiado explícito, pero tengo una tremenda afonía».

El Rey estaba sin voz.

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Los periodistas saludaron después a la Reina Doña Sofía y pidieron permiso para hablar con el Príncipe de Asturias. Don Juan Carlos lo llamó junto a él y advirtió: «Este es su primer partido». Don Felipe era a comienzos de 1976 un niño rubito y despierto, un Heredero de la Corona que respondió a los periodistas con una mezcla de sinceridad e inocencia:

—Sí, me gusta el fútbol... —dijo—. Y me gusta el Atlético.

Como dato para el recuerdo, aquel partido lo ganó el Atlético de Madrid con un gol de falta de Eugenio Leal. La infracción la cometió Vicente del Bosque y el extremo rojiblanco anotó el único gol del partido. En el Atleti pensaron que la visita del Príncipe les dio suerte. Aquel equipo estaba entrenado por Luis Aragonés, que pasó del césped al banquillo sin cursillos ni preliminares. Cuando quiso darse cuenta ya estaba empalmando cigarros en la banda del Vicente Calderón.

Buena relación

En junio de ese mismo año, el Atlético de Madrid disputó la final de Copa contra el Real Zaragoza. Fue en el Santiago Bernabéu, de nuevo con el Príncipe de Asturias sentado en el palco, esta vez a la derecha de su padre. El Atlético de Madrid ganó la Copa gracias a un testarazo de Gárate a los 25 minutos. El delantero recibió un centro de Salcedo desde la derecha y lo remató en semiplancha, como se remataban casi todos los balones en los tiempos del blanco y negro. Después del partido, el periodista José María García volvió a preguntar al Príncipe de Asturias de qué equipo era. En una biografía reciente del locutor, cuentan que Don Felipe respondió:

—¿Yo? Yo soy del Atlético.

Hay quien dice que se vio influido por el ambiente. Otros que lo tenía clarísimo. El caso es que, con aquellas respuestas casi consecutivas, muchos asumieron que el Príncipe de Asturias soñaba en rojiblanco.

El tiempo y algunos gestos terminaron alimentando esta creencia, pero el actual Rey volverá a mostrarse neutral en la final de esta noche, como viene haciendo desde hace 40 años, cuando presenció aquel derbi madrileño de 1976. Curiosamente, el primer partido que su hija, la Princesa Leonor, vivió en directo fue también en el campo del Atleti, entidad con la que el Rey mantiene una excelente relación desde hace años. Don Felipe fue el presidente de honor en los actos del Centenario y también ha dejado algún que otro recuerdo en el museo del club. Allí conservan el uniforme que le regalaron en su primera visita al estadio y la bufanda que llevó durante la final de la UEFA que el Atleti ganó al Fulham en 2010. Aquel triunfo rompió catorce años de sequía, fatalismo y leyenda negra. Y al Príncipe de Asturias lo vieron radiante ese día.