Aficionas azulgranas en la «fan zone»
Aficionas azulgranas en la «fan zone» - ISABEL PERMUY

Copa del ReyHermandad en una jornada de fiesta y sin incidentes

Buen ambiente en las calles de Madrid instantes antes del encuentro

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Las calles de Madrid se han inundado de seguidores del Sevilla y del Barcelona que esperan el doblete de su equipo tras la Liga de los catalanes y la Europa League de los andaluces. Desde Legazpi hasta Marqués de Vadillo predominaba el azulgrana y se escuchó el «Ser del Barça és el millor que hi ha! (¡Ser del Barça es lo mejor que hay!)». Miles de aficionados de toda España -no solo de Cataluña- se han acerado a la capital para apoyar a los campeones de Liga.

Sabían lo que querían y así se vio al entrar en su «fan zone». Estaba cubierta con pancartas en las que se leía «Volem el doblet (Queremos el doblete)». Todos han apoyado al Barça; incluso Bart Simpson y Mickey Mouse cambiaron la tradicional Plaza Mayor por Matadero.

Los accesos estuvieron controlados por la Policía, que realizó registros exhaustivos. Cualquier objeto extraño podía ser motivo para negar el acceso, como un muchacho que llevaba su cartera agarrada con una cadena a su pantalón. Todo por garantizar la seguridad. No podían permitirse un despiste después de que la polémica por las esteladas hubiera ganado la batalla al deporte. Una bandera que tuvo su protagonismo también, pues lucían en la carpa principal y se han podido comprar en los aledaños del Vicente Calderón. Un asiático las vendía en su carrito.

El ambiente fue tranquilo y familiar hasta la llegada de las cámaras. Emergían entonces bufandas «antimadridistas» y cánticos radicales. Mientras tanto, con esteladas en forma de capa (un aficionado incluso las llevaba en sus zapatillas), se dejaron llevar por el animador que cantó una y otra vez el himno azulgrana, y por la infinidad de actividades preparadas para la ocasión (fotos, pinturas, campeonatos de FIFA...).

A media hora a pie (y en metro a causa de los parones cuando el trayecto no dura más de diez minutos), y en un lugar más peculiar, estaba la afición del Sevilla. Al lado del Tanatorio San Isidro, «donde hay que ir si te encuentras regular», afirmaba un aficionado con una camiseta del fallecido Antonio Puerta. Con mucho humor y copa en mano, así se prepararon los sevillistas. «Como en Basilea, hay que dejarse la garganta rota», decían por megafonía. Cuando las «fan zone» cerraron, 2.500 efectivos estaban preparados para garantizar la seguridad en el Calderón.

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