La aventura americana de la Liga, en el aire

Desde que a mediados de agosto la Liga anunciase la intención de disputar un partido de Liga en Estados Unidos la iniciativa ha ido de la mano de la polémica. La AFE, la Federación y la FIFA han cuestionado el proyecto de Tebas , que ha tratado de paliar el malestar de los aficionados que pueden verse privados de uno de los partidos que tenían marcado en su calendario, con diferentes propuestas que aún están en el aire. Además, la elección del Gerona-Barcelona del próximo 26 de enero ha teñido de ciertos tintes políticos la propuesta de la patronal . Las controversias son de tal magnitud que ahora mismo el proyecto de internacionalización y expansión económica de la competición está en el aire, rodeado de muchas dudas y reticencias.

No es oficial pero cada vez toma más fuerza la disputa del partido entre los dos equipos catalanes en Florida, en el Hard Rock Stadium de Miami el 26 de enero . Tanto que el Gerona ya está diseñando un plan de compensación para sus socios que incluye diferentes opciones que deben concretarse. Aunque los clubes ven con buenos ojos la propuesta (al margen de la promoción y apertura de mercados en Norteamérica, la retribución económica es elevada), los futbolistas se sienten ninguneados al no haber sido consultados La AFE ya ha amenazado con una huelga si no queda claro que los jugadores no saldrán perjudicados.

No obstante, el Barcelona se siente optimista en cuanto a este aspecto. « Queremos evitar que haya conflicto . Cuando las partes se acercan y se explican, siempre se encuentran soluciones. En el vestuario, hay jugadores que hablan y escuchan », ha explicado Josep Vives, portavoz del club azulgrana. «El club está a favor de jugar un partido en un mercado estratégico como el estadounidense. Son recursos en forma de derechos de televisión, de patrocinios, etc... », ha confirmado. Pero la mayor traba llega por parte de los organismos federativos, que están molestos. La RFEF cree que esta iniciativa puede perjudicar al fútbol español y Rubiales no está por la labor de autorizarla, paso imprescindible para que pueda llevarse a cabo. Además, cuenta con el apoyo de Gianni Infantino, que mostró su disgusto por la unilateralidad de la Liga en aplicar su propuesta y emplazó a Tebas a obtener el permiso de RFEF, UEFA y FIFA .

A todas estas trabas que ha recibido la patronal hay que sumar la connotación política de un partido entre dos equipos catalanes (que nunca han impedido las proclamas independentistas en sus estadios ni han censurado los pitos al himno ni al Rey en las finales de Copa) que podrían proyectar el ambiente secesionista que vive su sociedad en Estados Unidos . Sería un altavoz perfecto para promover el separatismo a nivel mundial, con un público potencial de millones de espectadores. Por este motivo, Javier Tebas ya ha diseñado un plan de actuación con el que vetar la entrada al estadio de banderas esteladas, lazos amarillos y otros símbolos relacionados con el independentismo catalán. Según desvelaba la Copa, el presidente de la Liga tiene intención de que se repartan banderas de España a los 40.000 asistentes y que antes del encuentro suenen los himnos nacionales de España y Estados Unidos.