Carlo Ancelotti, en el partido de Champions frente al Rostov
Carlo Ancelotti, en el partido de Champions frente al Rostov - AFP
Bundesliga

Ancelotti, ante su primer bache en Múnich

El técnico italiano suma ya tres derrotas con el Bayern, una cifra que, en su primer año, Guardiola alcanzó con la Bundesliga ya conquistada

Actualizado: Guardar
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No corren buenos tiempos para el Bayern de Múnich. Tras sumar el pasado fin de semana su segunda derrota en lo que va de campeonato liguero (1-0 ante el Borussia Dortmund), vio como el recién ascendido RB Leipzig tomaba el testigo en el primer escalón de la tabla. El miércoles cayó con estrépito en el feudo del sorprendente Rostov, lo que unido a la victoria del Atlético de Madrid ante el PSV holandés fructificó en la constatación de que los germanos estarán en el bombo de los segundos de grupo en el sorteo de los octavos de la Champions League, algo que no se producía desde hace siete años. En Alemania las críticas a Carlo Ancelotti no se hicieron esperar: medios como Bild ponen en duda la «blanda» gestión del técnico, así como el uso del 4-3-3 como sistema predeterminado.

Y no son estas reprobaciones fruto del azar. Lo prueban los datos: a veintiséis de noviembre, Ancelotti suma tres derrotas a los mandos del transatlántico de Baviera; en su primer año, Guardiola sumó su tercer encuentro perdido con la Bundesliga ya ganada. O visto desde otro prisma: Ancelotti ha dejado escapar ya más puntos (15) que Guardiola en toda la temporada pasada (12).

La estadística acompasa el ritmo de la crítica, al mismo tiempo que Ancelotti juguetea con la mesa de mezclas de su Bayern, en busca de la combinación adecuada para su particular melodía. El italiano es un entrenador consagrado en el arte de reciclar equipos campeones, reutilizando las virtudes dejadas en herencia por sus predecesores y añadiendo al cóctel aderezos de su gusto. En el caso del Bayern, el transalpino buscó una actualización del legado dejado por Guardiola, obrador de un equipo trabajado hasta la extenuación y evolucionado desde los pies —en el manejo de la pelota— a la cabeza —en la manera en que sus futbolistas piensan hoy el fútbol—.

Hasta el momento, no ha logrado llevarla a buen puerto. Si bien es cierto que las lesiones están siendo una constante en la temporada del campeón alemán (Robben, Javi Martínez, Vidal o Coman), Ancelotti no ha logrado sacar réditos de su jugosa plantilla. Ha recibido gol en los últimos seis encuentros pese a contar con garantías en la zaga como Lahm, Hummels o Alaba. No logra ensamblar una tripleta de centrocampistas que mezcle con soltura a la hora de manejar la pelota: Alonso está más para contextos específicos que para discurso habitual, Thiago sigue sin despegar, Vidal no tiene continuidad y Renato Sanches es, hasta el momento, la decepción del curso. Solo Kimmich destaca por encima de la media, en lo que está siendo su destape definitivo como centrocampista anotador (4 tantos, segundo máximo goleador del equipo). Pero quizás sea la delantera la línea con un rendimiento más deficitario, personificado ello en la figura de Müller, relegado al ostracismo y sombra de lo que un día fue.

Ha tenido que llegar el primer bache de la etapa de Ancelotti en Múnich para que la opinión mediática comience a reconocer el trabajo que el técnico que hoy dirige al Manchester City hizo en el Allianz Arena. Pero no es tiempo de lamentos en Baviera. Este sábado, el Bayern recibe al Bayer Leverkusen, peligroso rival para medir la resiliencia del joven proyecto comandado por Ancelotti. Si no gana, podría ver como la diferencia de tres puntos que le distancia del Leipzig aumenta, a la vez que el Dortmund, tres por detrás, le alcanza en la clasificación.

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