¿Cuál es el origen de la guerra que mantienen Mourinho y Wenger?

Chelsea y Arsenal se enfrentaron en la Premier League (2-0), un derbi siempre caliente y, en los últimos años, muy morboso por la tensa relación que mantienen sus técnicos desde hace una década. A pesar de su evidente distanciamiento, Mourinho esperó este sábado en la salida del túnel de vestuarios para saludar a Arsene Wenger, que estrechó la mano del portugués con absoluta frialdad y sin mirar a la cara al luso. Un gesto con el que quedaba claro que el francés sigue sin perdonar al luso. Pero, ¿cuál es el origen de esta larga enemistad?

Hay que echar la vista una década atrás para encontrar el chispazo de una herida que sigue sin cerrarse. En su primera temporada en el banquillo del Chelsea (2004-05), Mourinho recurrió a una de sus ingeniosas frases con doble sentido para responder a una crítica del técnico del eterno rival del conjunto de Stamford Bridge.

«Hay gente que tiene un gran telescopio en casa y se dedica a mirar a sus vecinos. Wenger debe de ser uno de ellos. Siempre está hablando de otras familias. Y ser un voyeur es una enfermedad. No sé lo que le pasa, pero parece que esté enamorado del Chelsea. Quizá quiera dejar el Arsenal y coger mi trabajo», afirmaba en 2005 el luso. Desde entonces, no hay perdón para él por parte del galo, que a lo largo de su carrera en las Islas ha tenido que escuchar gritos de muy mal gusto por parte de hichadas que le han llegado a gritar a coro «pedófilo».

Poco antes de aquella ocurrencia de Mou, Wenger había arremetido en los medios contra el juego del conjunto «blue». Unas duras críticas a su equipo no sentaron nada bien al luso. El técnico francés acusó al entrenador del Chelsea de «poner el deporte en peligro» por la táctica defensiva que imponía «negándose a tomar la iniciativa».

Especialista en fracasos

Pero Wenger no se amilanó y con su respuesta a la confusa frase de Mourinho comenzó las hostilidades «Sus afirmaciones están fuera de orden, son poco respetuosas. Me preguntaron sobre el Chelsea y simplemente di mi opinión. Cuando permites que gente estúpida tenga éxito, a veces se vuelven aún más estúpidos», afirmaba el galo en aquel 2005. Unas palabras que desataron un incendio cuyas llamas se han ido avivando con el paso del tiempo. «Wenger es realmente un especialista en fracasar», afirmaba hace solo un año el luso del técnico francés.

Y es que los años en los que Mourinho estuvo fuera de la Premier League (Inter y Real Madrid) no contribuyeron al acercamiento. Las declaraciones subidas de tono y los desplazados han continuado después del regreso de Mourinho a Inglaterra para comenzar su segunda etapa en el banquillo del Chelsea. Hace un mes, en agosto, el desencuentro se hacía evidente en la final de la Community Shield celebrada en Wembley. Entones, el luso felicitaba uno a uno a los jugadores del Arsenal después de conquistar el título, pero no hacía lo mismo con el entrenador galo.

Este sábado, antes de un partido muy caliente en el que el Arsenal acabó con nueve, la guerra Mourinho-Wenger vivió una pequeña tregua con el saludo del luso al francés. Una gesto que solo obtuvo una fría respuesta del galo.