La salvaje actitud de Hamilton en su hotel de Bakú

Aunque la escudería de Mercedes está imponiendo un dominio apabullante en el campeonato del mundo de Fórmula 1, la rivalidad originada entre sus dos pilotos, Nico Rosberg y Lewis Hamilton, está trayendo más de un quebradero de cabeza para los mandatarios. Desde hace unas cuantas carreras no pueden dormir tranquilos ya que los enfrentamientos entre ambas estrellas han creado un clima de tensión que promete no rebajarse fácilmente.

El británico partía como líder y, por tanto, favorito. Sin embargo, Rosberg se llevó las cuatro primeras carreras de la temporada e hizo saltar las alarmas del «box» de Hamilton. Por si esto no fuera suficiente, en el Gran Premio de España la tensión dio una vuelta de tuerca más. Los dos coches de Mercedes abandonaban la carrera debido a un fallo del alemán al cerrarle el paso, provocando un impacto que dejó a ambos pilotos fuera de la pista.

Niki Lauda desvela la furia del británico

Que a Hamilton no le salieron las cosas en el Gran Premio de Europa (Bakú) parecía algo evidente. Lo que no se conocía hasta ahora era el incidente que preparó tras la carrera de ese fin de semana. El sábado, día de los entrenamientos clasificatorios, se salió del trazado en más de una ocasión. En una de ellas, chocó contra el muro protector durante la Q3 y este hecho le relegó a la décima posición de la parrilla de salida.

Así cuando acudió a su habitación donde se hospedaba arremetió contra todo lo el equipamento que se cruzó en su camino. El mítico Niki Lauda presenció todos los hechos según se desprende de sus declaraciones a Servus TV: «Yo estaba allí cuando rompió su habitación de hotel en Bakú, después de estrellarse contra el muro. Me dijo que no entrara porque lo iba a destrozar todo. Por supuesto, él se hizo cargo de los daños».

No solo se quedó ahí en sus palabras. El presidente no ejecutivo de Mercedes añadió en relación a la supuesta paz que Hamilton había hecho creer a los medios que habían firmado que «mintió sobre eso». En este respecto aseguró que «la situación empeora cada vez que Rosberg gana». Por ello, continuó diciendo que «Lewis se volverá más salvaje cuanto más adelante esté Rosberg». La batalla no ha terminado. Y en un guerra no suele haber ganadores.