Fórmula 1Honda agota a McLaren

La debilidad del motor compromete al equipo inglés y al futuro de Alonso. McLaren sondea a Mercedes para usar su propulsor

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A los dos minutos de empezar a rodar en Montmeló el pasado 27 de febrero, pasadas las 9:01 cuando salió del garaje al fondo del circuito donde solo le esperaban dos periodistas españoles y dos japoneses, Fernando Alonso tuvo ya la sensación de año perdido, de película repetida, de otra vez lo mismo. Atendió las explicaciones de los ingenieros japoneses junto a Eric Boullier, el director deportivo de McLaren, y se marchó a su hotel en Granollers a jugar al tenis con su fisio y descargar la frustración en el gimnasio. Hace 18 días de aquel fallo en el motor Honda y la tensión ha ido en aumento en McLaren. El propulsor hace estragos en la escudería y en el ánimo del piloto.

No es rápido ni fiable. Y el Mundial empieza en once fechas.

Después de dos cursos calamitosos (ninguna victoria, pole o vuelta en cabeza de una carrera), el futuro del trío McLaren-Honda-Alonso se anuncia igualmente desdichado en 2017. Los profetas aseguran que el motor nipón proporciona 50 caballos menos que en 2016, cuando era un coche de mitad de tabla. Y todos los protagonistas se encuentran atrapados por una tenaza invisible: Honda es la principal fuente de financiación de McLaren.

Honda manda

Cuando se matiza a los interlocutores del equipo que la carrocería del coche inglés está huérfana de anunciantes, patrocinadores o publicidad, se vuelve una respuesta contundente. El primer patrocinador de McLaren es Honda, un imperio de la automoción que aporta más de cien millones anuales, además de proveer los motores que usan Alonso y el belga Vandoorne. Igual que Mercedes es el primer sponsor de Mercedes, Renault lo mismo con Renault o Red Bull en idéntica tesitura con Red Bull. Honda es el accionista mayoritario en un imaginario consejo de administración de la escudería de Fórmula 1. Fue también el impulsor del millonario fichaje de Alonso en el invierno de 2014 que lo coloca solo por debajo de Hamilton en el escalafón de salarios. Honda no es un convidado de piedra en McLaren, sino que manda.

Las antiguas muestras de apoyo público a Honda han desaparecido. Cuando a Boullier le cuestionaban en Montmeló por el motor japonés, su réplica era cortante. «Preguntad a Honda». También Alonso, que ha defendido durante dos años la filosofía de trabajo de los japoneses (un pueblo al que adora), los señala ahora con el dedo. «En McLaren estamos preparados para ganar, excepto Honda».

Ya no hay paños calientes en la relación, sino una evidente desilusión y sensación de desengaño. Autosport, web de referencia en la Fórmula 1, desliza la opción de un divorcio, siempre en una condicional muy exagerado y en planteamientos hipotéticos. Si esto sucediese, se asegura en Inglaterra, McLaren no se quedaría sin motor esta temporada.

Primero se sugirió que podría obtener uno a través de un sorteo, según la normativa de la FIA. Fuentes conocedoras de la reglamentación descartaron esta alternativa y hablan de la necesidad de McLaren de negociar un acuerdo con otro proveedor de motores. El jueves se filtró en la prensa inglesa el deseo que late en ese equipo. Sondear a Mercedes para utilizar sus motores

Esta situación aleja a Fernando Alonso de McLaren. A sus 35 años, se siente fuerte para pelear en otra factoría por el tercer título mundial (ganó el último en 2006). En 2017 acaba su vínculo laboral con McLaren y ha lanzado dos mensajes. No hablará de su futuro hasta el verano (cuando probablemente ya tenga encauzado o sellado su próximo contrato) y quiere seguir en la F1. En el prólogo de Australia casi se conforma con acabar el GP.

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