Vuelta a España

El puzle de organizar una Vuelta a España

Kiko García, director técnico de la ronda, explica cómo se juntan los intereses deportivos con los comerciales y políticos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Kiko García, Fernando Escartín y Paco Giner trabajan once meses cada año para una pasarela de tres semanas. Son los artesanos de la Vuelta, directores deportivos que ejecutan un programa con vertientes comerciales, políticas, institucionales y económicas que desembocan en el recorrido anual de la Vuelta a España. «Pienso en el trazado todos los días. No hay un solo día en el que no tenga un pensamiento, una consulta, una duda, un miedo», confiesa Kiko García, exciclista en los noventa de la ONCE que fue olímpico en Barcelona 92. Organizar la ruta de la carrera supone un rompecabezas para sus artífices.

Escartín, García y Giner empiezan la casa por los cimientos. Atienden las directrices de Javier Guillén, director general de la ronda. Tres etapas en tal provincia o región, dos aquí o allá, una en aquel paraje, y así sucesivamente según los acuerdos a los que llega con diputaciones, ayuntamientos o comunidades españolas. «Al final, se trata de ordenar un puzle», argumenta Kiko García.

En la Vuelta anida un modelo, etapas cortas y con chispa , adaptado al final de temporada con los ciclistas cargados de kilómetros. «Recibimos indicaciones respecto a lugares o sitios de interés turístico, comercial o institucional que las sedes tienen interés en resaltar. Y a partir de ahí, elaboramos».

Ellos deciden cada carretera por la que transita la ronda atendiendo a criterios deportivos como exciclistas que fueron. La primera semana es clave, según cuenta Kiko García. « No puedes pasarte de dureza ni colocar puertos que sean decisivos, pero tienes que buscar cotas o situaciones de carrera con algún aliciente especial».

Este año, por ejemplo, lo es el Observatorio de Javalambre , quinta etapa. García y Escartín fueron, como siempre, de incógnito, un día cualquiera de invierno a visitar el puerto turolense. Les fascinó. Carretera descarnada y último tramo de tierra, sin asfalto. Se detuvieron en un bar de Arcos de las Salinas, a pie de puerto, y un repartidor de bebidas aficionado al ciclismo reconoció a su paisano Escartín. Blanco y en botella. Así surge un rumor sobre un posible final inédito en la Vuelta.

Los directores deportivos establecieron contacto con el Gobierno de Aragón para asfaltar la carretera de tierra y el puerto es ahora otra cosa, según Kiko García. «Cambia totalmente porque de la tierra al alquitrán pierde dureza y te da otra sensación».

Los exciclistas se encuentra a veces con carreteras intransitables, plazos de ejecución de obra que no se cumplen y otras vicisitudes que alteran su prioridad. «Buscamos por encima de todo la seguridad de los ciclistas . Visionamos los recorridos al menos tres ocasiones cuando ya están decididos, porque a veces el alcalde ha hecho una rotonda, ha levantado un badén o la lluvia ha castigado algún desvío».

El reconocimiento de los puertos va unido a la capacidad para acoger el montaje de una gran carrera. Camiones, unidades móviles, carpas, podios, etc… El departamento de producción de la Vuelta tiene un cubicaje calibrado respecto a las posibilidades para acoger o no la cita. «Visitamos bastantes puertos que no se han incluido porque no hay infraestructura en la cima», explica el excorredor de la ONCE.

La idea de un recorrido solo se plasma cuando pasa por el GPX, un GPS con rayos X que establece los formatos en track y que simula en ordenador el trayecto kilómetro a kilómetro que realizarán los ciclistas. «Trabajamos con bikemap, wikilock, xplova o Garmin para ensamblar los recorridos. Nos repartimos las etapas entre Fernando Escartín, Paco Giner y yo», expone García.

Son situaciones deportivas y orográficas que ya han metabolizado con los años (Giner lleva más de un cuarto de siglo en la faena), aunque nunca se acostumbran a un enemigo cuatrienal: los años de elecciones . La política. «Cuando es año de elecciones y cambian los gobiernos también cambian los interlocutores, con lo cual tienes que empezar de cero, explicar el proyecto y avanzar más lento. Se ve que los trasvases de poderes cuestan bastante en el mundo político», resume Kiko García.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación