Ciclismo

Españoles de caza en el Giro

Doce corredores buscan victorias parciales ante la ausencia de las estrellas

Segunda etapa del Giro 2018, disputada entre Haifa y Tel Aviv AFP
José Carlos Carabias

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Un pequeño bosque de olivos protege al pelotón del Giro y mientras el sol aprieta en Israel se suceden conversaciones en inglés o italiano, los idiomas gobernantes en la carrera. Suena de fondo un rotundo «por supuesto» que proviene de una camiseta del equipo americano BMC. Es Fran Ventoso, un veterano cántabro de 35 años que acumula horas y kilómetros en el pelotón y algunos triunfos estimables (dos etapas en el Giro) en su hoja de servicios (28 victorias). «Los españoles estamos dispersos y en minoría», saluda. Doce ciclistas españoles concursan en la carrera rosa, ahora por el entorno de Tel Aviv , y ninguno luce cartel de estrella. Vienen de caza: etapas, clasificaciones, protagonismo... Ninguna aspira a la general. [ Así está la clasificación ]

Atrás quedaron los tiempos en que Contador, Valverde o Purito Rodríguez monopolizaban los titulares. Y mucho antes, el rastro precursor de los antiguos exploradores de esta carrera excitante y única. El mallorquín Miguel Poblet, velocista de excepción que labró su fama en Italia (20 etapas); José Manuel Fuente, el Tarangu impetuoso y excesivo que ganaba a Merckx en las montañas (9); Angelino Soler (4), Julio Jiménez (4) "el Relojero de Ávila", Miguel Mari Lasa o Eduardo Chozas (3), el más cercano Aitor González y el vigente Mikel Landa (3). Gente que ha triunfado más veces en el Giro que en el Tour.

En otra categoría abrazan al Giro Miguel Induráin (dos ediciones, 1992 y 1993, 29 días con la maglia rosa) o Alberto Contador (también dos -2008 y 2015- más la carrera que perdió en 2011 por el positivo de clembuterol, 23 jornadas de líder). «Hablamos de palabras mayores», dice considerado Ventoso en referencia a Contador e Induráin, pero es el español que presenta una mejor cuenta de resultados entre todos los ibéricos que han empezado el Giro. Venció en 2011 en Fiuggi Terme y en 2012 en Frosinone. «Mi papel es otro ahora en el BMC. Por mi experiencia y horas de vuelo, tengo que llevar la voz cantante en el grupo para que los jóvenes no se dispersen. Tenemos un par de corredores prometedores y habrá que trabajar, pero si se presenta la ocasión, trataré de ganar. La estructura del equipo es una maravilla, la organización más completa que he conocido».

En otro gigante del ciclismo corre el catalán David de la Cruz . «Sky es otra liga», dice el compañero de Chris Froome. «Tuve un problema con la vista y en un santiamén, el equipo me arregló la situación. Tenía cita con un oftalmólogo al instante, sin hacer nada, solo un whatsapp. No hay burocracia, sino una gran estructura de trabajo». De la Cruz (28 años, y con etapas en la Vuelta a España, la París- Niza o el País Vasco) tiene poco espacio propio en el Giro. Su misión es estar con Froome.

Luis León Sánchez solía cazar pieza en el Tour cada verano (4) y junto a Pello Bilbao (sexto en el prólogo) se ganan el sueldo con dinero de Kazajistán en el Astana. Mikel Nieve brilla en la lista de triunfadores del Giro con dos capturas de montaña (Gardeccia y Friuli). Tiene un jefe en el Mitchelton, el colombiano Esteban Chaves, que limita su capacidad de maniobra a funciones gregarias. Rubén Plaza (38 años, Israel Academy), Igor Antón (35, Dimension Data) y Markel Iríza r (38, Trek) son los otros llaneros solitarios.

Queda el Movistar , el único grupo español en la primera división (World Tour) y que reserva a sus figuras (Nairo Quintana, Valverde y Landa) para el Tour. Compite con cuatro ciclistas locales: Víctor de la Parte, Antonio Pedrero, Rubén Fernández y Rafa Valls. El murciano Rubén Fernández parecía llamado a altas instancias desde que se impuso en 2013 en el Tour del Porvenir (un Tour de Francia para jóvenes con limitación de edad) y se vistió de líder en la Vuelta 2016 después de una impactante ascensión al Monte de Ézaro. Las lesiones y el cartel de promesa lo han frenado. El año pasado, una fractura del maxilar y este invierno, nuevos problemas en el pie derecho por una denominada rotura por estrés. Pisaba el pedal con demasiado ímpetu, tal era su ambición y ansiedad por recuperarse de los infortunios.

«Aunque parezca lo contrario, no estamos ni entre los siete mayores presupuestos del ciclismo», cuenta Sebastián Unzué , responsable de márketing del Movistar e hijo del alma mater del equipo y propietario de la sociedad que lo gestiona, Eusebio Unzué.

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