«Me estoy haciendo viejo...»

Me estoy haciendo viejo. No lo oculto. Sobre todo cuando recuerdo aquel viejo Arcángel, a orillas del Guadalquivir, donde tuve ocasión de retransmitir partidos. No me olvido de aquel Córdoba donde militaba Simonet, años 80, un grandísimo defensa de despoblada cabellera.

Posteriormente triunfaron los hoy entrenadores Paco Jémez y Anquela, contundentes defensas de un equipo que se caracterizaba por su contundencia en la línea de cobertura. Eran otros tiempos. En nuestro Cádiz CF militaban futbolistas como Bermell, Oliva, Cortijo, Canillas, Barla o Montero entre otros. Lo dicho, tiempos que ya son historia pero imborrables para quienes lo vivimos con la intensidad que merece cualquier retransmisión deportiva.

Este partido llega en gran momento para cordobeses y gaditanos. Los blanquiverdes, con Luis Carrión que cumplirá su tercer partido en el banquillo, estrenaron técnico venciendo al Málaga en Copa y Reus en Liga.

Los de Cervera viajan a Córdoba tras un aplastante triunfo ante el Real Zaragoza, serio candidato al ascenso, al que dieron un repaso en toda regla.

Córdoba y Cádiz protagonizarán a priori un encuentro emocionante y de pronóstico incierto, con dos buenas aficiones, desde Cádiz se desplazarán unos mil quinientos aficionados, que darán colorido especial al evento y dos técnicos que dan fiabilidad a sus hombres en una categoría excesivamente igualada.

También este encuentro está rodeado de connotaciones. En el conjunto cordobés milita un excadista, Carlos Caballero, que hizo amigos en su estancia en La Tacita. En los cadistas se encuentra Eddy Silvestre, que llegó al Córdoba en el mercado invernal y pasó desapercibido.

Cordobesistas y cadistas ya se enfrentaron en Copa del Rey y los verdiblancos siguieron adelante. Pese al corto tiempo transcurrido, ambos equipos cambiaron su dinámica y ahora es el Cádiz quien mejor lo hace. Mientras los de la Mezquita cambiaron de técnico buscando soluciones al mal momento deportivo, los gaditanos ganan enteros manteniendo a Cervera en el banquillo.

La superación del equipo amarillo se refleja en la tabla clasificatoria, donde están por encima de sus rivales de este domingo. Eso sí, cada partido es una historia y el de este fin de semana no es la excepción que confirma la regla.

Y termino con la respuesta que Carlos Caballero da a nuestro compañero Rubén López en Cope cuando le pregunta por si celebrará o no un hipotético gol ante el Cádiz. El futbolista responde que sí, aunque recuerde con cariño su estancia en el equipo amarillo. Y hace bien. Yo no lo lograría entender que Silvestre no celebre el gol si llegado el caso marcara el domingo.

Un futbolista se debe al club que le paga y para el que trabaja. Y si no quiere marcar al contrario por cariño, que haga lo que hizo en su momento Pepe Mejías jugando con el Rayo Vallecano ante el Cádiz. Una falta peligrosísima que él lanzó y que pudo llevar al Cádiz al descenso, la envió cincuenta metros por encima del travesaño. Eso sí que es llevar el azul y amarillo en sus venas. Lo contrario es moco de pavo.