Cádiz CF

La pizarra del Girona 2-1 Cádiz CF

Con muchos cambios y probaturas, el Cádiz CF de Cervera se queda sin sumar gracias a sus propios errores

Rubén López

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El Cádiz CF no quiso dar la talla en Montilivi.

Probar sin exigencia

No era fácil para el Cádiz CF afrontar el choque ante el Girona en Montilivi. No lo era por las circunstancias, a saber: resaca del ascenso, pocos entrenamientos, muchas bajas, falta de tensión competitiva, enfrente un gran rival y la exigencia de éste por ganar. Muchos condicionantes en contra para intentar sacar algo positivo de tierras catalanas.

Aun así el Cádiz CF compitió y no fue ni mucho menos inferior al equipo de Francisco. Solo sus propios fallos le condicionaron en un partido en el que podría haber sacado algo más de haber estado menos falló o más acertado, según se mire. Un choque para probar cosas sin la exigencia de los puntos, un encuentro para analizar pero sin demasiado tesón.

1. Un once con cambios y de Marc Baró

El canterano Marc Baró era la gran novedad en el once titular de Álvaro Cervera junto con la titularidad de Augusto Fernández. El argentino fue sustituido en la segunda mitad cuando ya el cuerpo no podía más tras tanto tiempo sin competir. Por su parte, el lateral zurdo completó un gran partido y dejó muy buenas sensaciones en su debut.

Con Bodiger en la media punta, con Alejo y Pombo en las bandas, mientras que Sergio jugaba de central junto a Fali.

Un Cádiz CF que salió bien al choque, sin miedo y teniendo la pelota. Enfrente un Girona muy precavido y que no quería en ningún momento cometer errores. El partido iba encaminado al empate a cero hasta que un error grosero de Fali ponía en bandeja el gol al mejor ariete de la categoría. Stuani no perdonaba y ponía un 1-0 en el marcador tan injusto como certero por el fallo cadista.

2. Otro error que mata el partido

La segunda parte arrancaba con algunos minutos de intención cadista de cara a buscar la portería contraria. Cervera movía el árbol y metía a tres cambios de una tacada: Salvi, Álvaro Giménez y Duarte entraban justo en la acción en la que el canterano cometía un penalti que ponía el partido prácticamente imposible para los amarillos.

Otro error que condicionaba el choque para los cadistas que veían como sería complicado proclamarse campeones de la categoría. A partir de ahí el choque no terminaba de arrancar ni para un lado ni para el otro, prácticamente no pasaba nada en las áreas. El Girona se dedicaba a controlar el encuentro y el Cádiz CF no metía miedo al área de Riesgo.

3. Arreón final sin premio 

Intentando sacar algo positivo, Alex y Perea entraban en el campo. Fali se iba al banquillo y Bodiger, que había sido media punta, pasaba al centro de la defensa, con un Pombo algo más retrasado pero volvía a activarse al final del partido.

Un penalti transformado por Álex metía al Cádiz CF en el partido hasta que Perea decidía volver a autoexpulsarse por una acción infantil. La superioridad numérica duraba tan poco que el Cádiz CF a base de empuje metía balones en el área sin suerte.

Salvi acababa el partido en la banda izquierda mientras que Duarte jugaba en el centro del campo intentando meter más presión arriba.

Un encuentro con pocas conclusiones positivas en la que la falta de exigencia y los errores propios pusieron en banda de un fuerte rival la victoria y los puntos.

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