Cádiz CF

Desazón en la grada

"Se echa en falta muchas de las virtudes que había en el equipo del año pasado"

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Aspecto de la grada de Tribuna en un partido del Cádiz CF
Aspecto de la grada de Tribuna en un partido del Cádiz CF

Transcurrido más de un cuarto de campeonato y a medida que avanzan las jornadas, las sensaciones que genera este Cádiz CF de nuestros pesares y amores se tornan, cada vez, más negativas. Lejos quedan ya las felices expectativas proclamadas con los primeros partidos, en los que se goleaba y vencía con relativa facilidad, tan sólo ensombrecidos con ciertas lagunas de incertidumbre por inexplicables pérdidas de control en el juego. Pero lo que sólo eran dudas puntuales dentro de un mar de relativa placidez, se tornó de forma abrupta en desasosegante decepción con la visita a Carranza del Real Murcia, equipo que maniató y puso al descubierto las gruesas carencias de los amarillos. Desde ese fatídico 11 de octubre, el rendimiento de los jugadores ha venido decreciendo de manera considerable, hasta el punto de no ser capaces ya de superar en juego ni de crearle ocasiones de gol a adversarios mediocres de la categoría.

Si a esto se le añaden los continuos cambios de criterio y de alineaciones por parte del técnico, capaz de mandar del césped a la grada, o viceversa, a cualquier componente de la plantilla, sin causa aparente que lo sostenga, nos encontramos con un equipo que preocupa por lo errático e impreciso de su juego y que desazona por su propia falta de confianza en cuantas acciones acomete. Todo lo cual, provoca en la grada el estupor de la angustia, la agobiante desazón de que tampoco este año se cumplirá el inaplazable y acuciante objetivo del ascenso.

Porque si no se consiguió el curso pasado, en el que se contaba con mimbres más adecuados para ello, qué deriva nos espera en el presente, donde se ha de deambular con la flagrante carencia de elementos resolutivos en ataque. Perdimos un triplete de buenos jugadores que aseguraban el gol y han sido suplidos por otros que, por lo visto hasta ahora, se encuentran muy lejos de aproximarse a las añoradas prestaciones de los ausentes. Y no sólo aportaban gol, pues también se echa en falta el desborde y la rapidez de Juan Villar, el certero control y el súbito pase entre líneas de Airam Cabrera, el buen desmarque y el constante apoyo que ofrecía Jona e incluso el exquisito regate y perfecta conducción en carrera de un fubolista, para mí infravalorado, como fue Migue García. Pero todo ésto ya corresponde al pasado. El futuro, que es lo que interesa, empieza, una vez más, este domingo frente a la Balona.

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