Acierto en los fichajes

Cinco puntos separan al Cádiz CF del líder del grupo, el Real Murcia, conjunto éste que ha mostrado gran fortaleza y regularidad a lo largo de lo que llevamos de campaña. Pero a diferencia del curso anterior, en el que sólo teníamos a un equipo destacado a estas alturas de campeonato, el UCAM de Murcia, que finalmente se derrumbó, esta temporada son tres los equipos que pugnan por conseguir esa primera plaza.

Lo que confiere un mayor grado de dificultad a la empresa encomendada, que no es otra que terminar como líderes cuando el calendario se agote y el florido, luminoso y decisivo mayo dicte futbolísticas sentencias. Objetivo, para cuya consecución se antoja obligado el acierto en los fichajes de invierno.

Apartado éste en el que ha causado una óptima impresión el ex melillense David Sánchez, quien cuajara una gran primera parte contra el Celta y ofreciera un auténtico recital durante los primeros 45 minutos frente al Recreativo.

Siempre bien colocado, sus largas piernas le permiten rebañar numerosos balones en la medular, lo que otorga un alto grado de equilibrio y consistencia al juego del equipo. Además, no duda en asumir la responsabilidad de sacar el balón de atrás, ejercicio en el que ha demostrado una gran visión de juego y una variada gama de pases, tanto en largo como en corto, tanto al pie como al hueco, ejecutados con suma precisión y lanzados justo en el instante oportuno.

No se trata de echar las campanas al vuelo ni de exagerar pretendidas exquisiteces, pues se trata de un jugador veterano y es una incógnita lo que aguantará a ese nivel, pero hacía mucho tiempo que no se veía por Carranza un futbolista con este genuino empaque de centrocampista.

Si a esta incorporación se sumaran otras que vinieran a cubrir con garantías determinadas posiciones claves en el equipo, se podría mirar con esperanza la exigente segunda vuelta que nos espera. Máxime cuando elementos con la acreditada calidad del veterano Güiza o del joven Lolo Pla parecen afinar su estado de forma y encontrar la portería contraria con la deseada asiduidad.