CÁDIZ CF

La pizarra del Nàstic-Cádiz CF: El plan se perdió

El equipo amarillo interpreta bien el juego en la primera mitad pero se desconcierta en el descanso y los cambios sólo empeoran el escenario

José María Aguilera
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Cervera saluda a Vicente Moreno en Tarragona.
Cervera saluda a Vicente Moreno en Tarragona.

El Cádiz CF aterrizó en Tarragona con una idea, y mantuvo la opción de empate e incluso de victoria siempre que se agarró a ella. En cuanto la marginó se produjo el descalabro. No es brillante ni genuina, es limitada y simple, pero es la idea de Cervera, con la que se alcanzó el ascenso a Segunda y se ha encontrado la tranquilidad en la zona media de la clasificación. El equipo amarillo dio vida al colista y perdió por un error, un desajuste defensivo colectivo y una mala decisión de Aridane, y es que la varita mágica del míster no funcionaba esta vez desde el banquillo.

1.- Robo tras pérdida y en líneas adelantadas

Los futbolistas visitantes elevaron en el inicio su nivel de intensidad con respecto a ocasiones precedentes.

Y especialmente destacó donde comenzó esa línea de presión, muy arriba, con Ortuño y los extremos apretando a los centrales Djetei y Suzuki para dificultarles la salida de balón. Esa receta sería exitosa, pues en varias ocasiones los amarillos conseguían sus objetivos aunque erraban en la construcción de la ocasión.

El Cádiz CF se negaba a realizar posesiones largas, y en cuanto perdía la bola apretaba para recuperar y montar un raudo contragolpe. Es el plan de este equipo como visitante, acentuado en Tarragona por la ansiedad del colista y su intención de hilvanar jugadas desde atrás.

2.- Fracaso del triple pivote

Cervera sigue sin encontrar el hombre idóneo que haga la labor que demanda en la mediapunta. Hasta ha reconocido que puede tener él mismo el problema al exigirle demasiado. Abdullah es el ‘octavo pasajero’ en esa demarcación y en Tarragona no funcionaba el triángulo que formaba con José Mari y Garrido. No por ello ha de cejar en su empeño el entrenador, si bien es un estilo que necesita entrenamientos, probaturas y partidos porque sin continuidad es imposible el éxito.

El francés se sintió incómodo durante todo el encuentro, y pese a su floja participación acabó fundido, por lo que corrió mucho pero mal. Bajaba al medio para conectar con la pelota y se notaba falta de entendimiento con sus dos compañeros. A día de hoy, el único jugador de la plantilla que se ha acercado a lo que quiere el técnico es Rubén Cruz, suplente ahora al no estar en un buen momento.

3.- Cambios desastrosos

El míster del Cádiz CF ha volteado muchos encuentros con sus cambios, con los futbolistas que salían desde el banquillo, pero en Tarragona el nivel de los recién entrados resultó esperpéntico. Nico no anduvo fino en el gol del Nàstic, Eddy Silvestre desaprovechó su enésima oportunidad y ofrece síntomas preocupantes, de salir al campo ya ansioso. Y Santamaría ofreció su versión negativa, y sólo tiene dos porque no alcanza la regularidad necesaria. De ahí que la sensación final sea tan amarga: porque el equipo ni siquiera hizo el amago de poder empatar. Nunca existió esa posibilidad con muchos minutos aún por delante.

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