Cádiz CF

Un cumpleaños sin velas en el Cádiz CF

El canterano Tomás cumple hoy 22 años y lo hace en el ostracismo

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Tomás despeja un balón desde el suelo en un entrenamiento en El Rosal.
Tomás despeja un balón desde el suelo en un entrenamiento en El Rosal.

“Muchos deben querer al Teatro Falla para que a mi no me quieran. Mucho para que a uno lo restauren y a otro lo tiren por tierra…”. Así cantaba el payaso de Sonri-sillas (cajonazo del 90) que Antonio Martínez Ares, ‘El Niño’, creó para escribir un pasodoble (‘me han dicho a mi las coñetas’) para dar voz al Teatro Andalucía (hoy ya historia de Cádiz) ante la reapertura del teatro de los ladrillos coloraos en 1991.

Es curioso, pero otro payaso carnavalero (Cumpleaños Infeliz S. A), en este caso el que inventó en 2005 un cadista de pro como el chirigotero José Antonio Vera Luque, también puede venir a la memoria de cualquier cadista para imaginar el día de hoy que, seguramente, estará pasando el canterano Tomás, que cumple 22 años de la forma más infeliz, deportivamente hablando.

Quien siga la actualidad del Cádiz CF ya habrá pillado la indirecta. El canterano sub’23 ha pasado al ostracismo de una manera tremenda después de haber sido utilizado por Claudio en las primeras jornadas y ser el jugador del Cádiz CF que había jugado prácticamente todo antes de la irrupción del chileno Luis Pavez y el querido por todos Andrés Sánchez. Su trabajo, su rendimiento, su derroche de ganas, sus errores y aciertos… Todo ya forma parte de la memoria. Y eso, contando que algunos la tengan con el canterano blindado por Gaucci en el verano de 2012. Porque Tomás, más allá de la idea de futuro que tenía el mánager deportivo italiano que tuvo el Cádiz CF, no ha sido más que un parche para todos los entrenadores que han pasado por el banquillo del Cádiz CF. Quien haya querido ver más, se equivocaba.

Sin duda alguna, Claudio Barragán es el entrenador al que le ha tocado tener que ‘decirlo’ de la forma más clara y evidente. Suena duro pero es así. Especialmente, porque en la temporada 2013/14 a Tomás le pasa factura la campaña anterior y nunca termina de entrenar con normalidad. Se paso el año en blanco pese a esporádicas actuaciones. El canterano del Cádiz CF se pasó la temporada con molestias musculares e incluso con problemas de estrés debido a la tremenda exigencia que se pide a un jugador del Cádiz CF en Segunda B.

Claudio lo tenía claro desde que llegó. Tan pronto como se sentó hace un año en el banquillo local de Carranza puso a jugar a Andrés Sánchez, que acababa de recuperarse de la lesión que le privó de jugar el ‘play off’ ante el L’Hospitalet y en el que jugó Josete como lateral. Tan rápido como llegó, el entrenador de Manises sentó en la grada a Tomás,

La trayectoria de un ‘segundón’

Pero para entender algo más todo hay que irse más atrás en tiempo. Verano de 2012. El Cádiz CF viene de volver a quedarse en la orilla de un ascenso (ante el Lugo) y Gaucci planifica una plantilla contando con un canterano que, por entonces, no sabía el marrón que se le venía encima. Con apenas 19 años, Tomás asciende del equipo juvenil al Cádiz CF sin paso previo por el filial. Y sube al que ha sido uno de los peores equipos que se recuerda por estos lares. Bermúdez explota psicológicamente y deja el carril zurdo libre para el juvenil Tomás, que suma esa campaña la nada desdeñable cifra de 24 partidos con un equipo que salva la categoría a falta de una jornada en Sanlúcar.

Llega la temporada 2013/14 y Agné confía en él como suplente de Andrés Sánchez, la sombra alargada que nunca alcanzará el canterano. Da igual que el murciano sea un coladero en muchos partidos, al parecer, al personal le gusta con la alegría que se suma al ataque y eso es lo que importa en Carranza. Tiene la etiqueta de uno de los mejores laterales zurdo de Segunda B (aunque nunca haya ascendido a la LFP, curiosamente) y ya no hay quien se la quite. ‘Muchos deben querer al Teatro Falla para que a mi no me quieran”… pensará Tomás. Y con razón.

Para colmo,en  aquella campaña, al canterano se le une todo. Desde lesiones musculares hasta una tensión mental producida por el tremendo estrés que genera jugar en un equipo como el Cádiz CF en Segunda B y la exigencia que ello conlleva. En definitiva, Tomás, chifla. Y no sale. Apenas juega tres partidos esa temporada. Desde la grada ve como pasa la campaña, como se sufre lo indecible para conseguir el pase a los ‘play off’, como se cargan a Agné, la llegada de Calderón. Y él, no tiene otras que comer pipas en la grada y mentalizarse en su recuperación para el año próximo.

Llega la 2014/15 y comienza jugando. Otra vez ‘el segundón’ vuelve a escena. Comienza titular la Liga mientras Andrés, su sombra alargada, apura la recuperación. Lo sabe y lo entiende. Él es el Suplente sub’23. Con mayúsculas. Pese a ello, hace lo que sabe hacer desde que se puso por primera vez la camiseta del Cádiz CF en las categorías inferiores tras pasar por las canteras del Algeciras y el Taraguilla del Campo del Gibraltar: Correr, sudar la camiseta, subir y bajar la banda aunque el extremo no le vea siempre que la jugada lo pide a gritos. Y vuelta a bajar. Y a correr. Y a acertar. Y a fallar. En definitiva, hace lo que se espera de él y lo que es él. No se queja. Nunca. Ni cuando a sabiendas de su papel secundario se le cierra la puerta de salida ante una oferta llegada al Cádiz CF desde el Toledo, que lo quiere, que lo sigue queriendo.

Una derrota en La Línea motiva la destitución de Calderón y la llegada de Claudio, que lo ve claro desde el inicio y lo sienta para poner a Andrés, que encuentra la forma gracias a la continuidad que solo da la competición. Y Tomás, a trabajar. Nunca rechista. Los acontecimientos se suceden y llega el ‘play off’ ante el Oviedo y la lesión de Andrés. A Claudio no le queda otra que mirar a sus suplentes y darle el peto de titular a Tomás mientras corre al despacho de Jorge Cordero para que le fiche cuanto antes un lateral zurdo para por si las moscas falla Tomás. Y falló. Ese gol del Oviedo en Carranza le condena. Le sigue condenando. Le marca. Le sigue marcando. Llega Prada pero a la hora de la verdad el canterano resuelve más papeletas que el ex del Zamora y vuelve al último momento de la verdad en Carranza ante el Bilbao Athletic. Pero ese día toca llorar a todo el cadismo. No se consigue y el siguiente capítulo del Cádiz CF volverá a ser en Segunda B.

Y otra vez, Tomás. Titular indiscutible. Lo juega todo. Pero todo, todo. Andrés sigue de baja y Luis Pavez llega tarde y mal. No queda otra. Tomás titular. Tomás cumpliendo. A veces bien, a veces mal. Pero juega todo. 894 minutos en Liga y todos los partidos de Copa. Salvo unos minutillos ante el Algeciras en Carranza, lo compite todo hasta que llega el 25 de octubre. El Cádiz CF cede un empate en casa ante el San Roque de Lepe y, de buenas a primeras, Tomás pasa del campo a la grada. Así, del tirón.

No entra en la lista ni siquiera para viajar a Linares. Se vierte desde el Cádiz CF que es que hay que darle descanso. Vale. Tampoco forma parte de la convocatoria para recibir al Betis B, donde también juega Pavez. ¿Más descanso? Tampoco entra en la lista para el partido en Carranza ante la Balona. Ya es titular Andrés. La cosa está clara. Tomás, de titular ha pasado a descansar en la grada. Está cantado que no es ni por asomo el titular. La pregunta ahora es más incómoda. ¿Está por detrás o por delante del chileno Pavez?

Hoy hace 40 años de la muerte de Franco. También hace 22 que vive Tomás, que desea triunfar en el Cádiz CF pero también hacerlo jugando. Si quiere correr y seguir avanzando, aún es sub’23, no le queda otra que salir en el mercado invernal que en un mes se abre. Feliz cumpleaños

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