Cádiz CF

Sporting-Cádiz CF: Volver a empezar a soñar en Asturias

Los de Cervera acuden a El Molinón con la firme intención de romper el maleficio que se remonta a los 70

Alfonso Carbonell

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Álex Fernández volverá al once hoy.

Vuelve el Cádiz CF a Asturias. Y ya está bien, hombre. Ya está bien. Ya está bien de poner la otra mejilla allí. Ya va siendo hora de dejar algo más que risas y cachondeo por unos lugares –sus estadios, que no su gente– donde solo se aplauden a las chirigotas cuando van a vender ‘el sur del sur’ pero no se respeta a su equipo, ese que va de amarillo y azul y que representa a mucha más gente que el pito y la caña. Porque al Cádiz CF, por h o por b, da la impresión que no se le quiere allí. Ojo, que no hace falta querer a nadie. Pero tampoco que se le abuchee y se le recrimine nada por un antojo, por un ‘noséqué’ de que Oli vistió estos benditos colores. Porque se desconoce qué extraña razón ha motivado tanto rencor en esos lares.

Lo del Oviedo puede entenderse haciendo un poder. Tiene su lógica y qué se le va a hacer. Han sido varias las cosillas que han pasado con los carbayones. Su ‘play off’ de ascenso donde, por cierto, salieron vencedores. Su Cervero haciendo el indio; su rivalidad bien entendida, su Vizcaíno Vs Slim y todos sus adláteres; sus 155 en la calle, en definitiva, su rivalidad deportiva y extendida por unas directivas que deberían mirárselo...

¿Pero lo del Sporting? ¿A cuánto de qué, hombre? Que si Oli vistió el amarillo del Cádiz CF y el azul del Oviedo. ¿Y qué? ¿Qué pasa? ¿Qué tiene que ver eso con el Cádiz CF? Pues nada. Será el ambiente del Molinón pero el caso es que allí al Cádiz CF se le ha recibido mal en las últimas ocasiones.

Pero bueno. Han pasado muchos años de aquella encerrona al Cádiz CF de Oli, inmediatamente despedido tras aquel 5-4, y se espera que aquel ambiente se haya enfriado. También han pasado muchos años de aquel 4-2 al Cádiz CF de Calderón con un arbitraje muy polémico de Del Cerro Grande. Y lo más importante. Hoy, hoy sí, David Barral viste de amarillo. Y eso es un dato que seguramente al buen conocedor de cómo va esto no hace falta decirle más. Porque en aquel 5-4 de noviembre del 2006 y de aquel 4-2 de noviembre de 2007 el hoy delantero del Cádiz CF vestía la camiseta del Sporting y todo lo que eso conlleva en un hombre de sangre caliente jugando en un estadio que es una auténtica olla a presión cuando llega el día en el que hay que apretar. Y contra el Cádiz CF, coincidencia o no, ¡vaya como aprieta eso, muchacho!

Pero todo esos recuerdos hay que echarlos al olvido aunque en Gijón se haya recordado estos días un tema de Alvarito, al que le dio cuando era un chaval por tuitear ‘Betis y Sporting, la misma mierda es’. Lo dijo cuando era un querubín y lo borró cuando se lo recordaron años después. Pues le pillaron y estos días ya ha habido quien lo ha recordado por Gijón y habrá gente que andará esperando al pequeño extremo cadista. Más allá de la carga que recibirá, será una buena oportunidad para comprobar si le va la marcha a un jugador llamado a conquistar Primera más temprano que tarde.

El asunto es que esos antecedentes se quedarán en nada en cuanto el balón eche a rodar esta noche en El Molinón, escenario de una obra maestra como la oscarizada peli de Garci ‘Volver a empezar’. Porque todo sigue y todo cambia porque todo muere. Pero lo del Cádiz CF de Cervera es una historia linda que no ha hecho más que empezar y que seguramente morirá aunque el cuento quiera decir que quedan movidas por vivir más bonitas de las vividas ya.

Y qué mejor que empezar a crearlas en un escenario como Dios ordena y manda. En Asturias, patria querida pero sombría para el Cádiz CF. Y qué mejor que en Gijón, en El Molinón, donde solo ha ganado una puñetera vez el conjunto gaditano y fue cuando las teles apenas daban color (fue a finales del 68).

¿Del partido en sí? ¿Qué decir? Pues que los de Cervera están con la confianza a tope, que el once de ahora está definido. Tan definido que hasta el ‘rebelde’ Barral asume que igual ni jugará de inicio. Y lo asume porque se ha dado cuenta, por fin, que aquí lo único que importa es el Equipo. Y si el equipo está bien, quién es nadie para interferir. Villanueva volverá a la zaga como única novedad de un once que quiere y va a poder. ¡Puxa Cádiz!

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