Cádiz CF

Salvi, otra joya por la que rezar en enero

El sanluqueño afronta un nuevo mercado de fichajes con el 'guapo subío' tras su gran primera vuelta

Alfonso Carbonell

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Salvi ha vuelto por sus fueros. Lo ha vuelto a hacer. El albañil que llegó del Villanovense y que tan mal lo pasó hace un año y medio cuando vio partir a su amigo Alvarito a Primera ha vuelto a sonreír y vestido de amarillo. Queda en el recuerdo aquella rueda de prensa en la ciudad deportiva del Rosal en la que el sanluqueño abrió su libro de la verdad y de paso su corazón. El jugador contó lo mal que había pasado el verano. Un verano que ni tan siquiera entrenó con normalidad en la pretemporada por si llegaba esa oferta que le haría solucionar su vida y las de sus familiares. Llegaron ofertas por él, sí, pero Vizcaíno se mantuvo en sus trece y no lo dejó salir ya que pedía la cláusula de siete millones de euros mientras que al de Utrera le dejaba emigrar al Rayo por menos.

Y claro, tras ese disgusto el extremo pasó a tener un año decepcionante en Carranza. Y no por pataleta ni nada por estilo. Para nada. Él era el primero en ser consciente de que si volvía a ser el que fue el primer año en Segunda los clubes de Primera volverían a llamar a la puerta del Cádiz CF a interesarse por él. Lo intentó por todos los medios pero nada. La cabeza le jugaba malas pasadas y nunca ralló al nivel óptimo. Estaba enfadado con la vida, pero ni con el Cádiz CF ni mucho menos con su profesión. Cervera, a sabiendas de que lo necesitaba y al mismo tiempo no podía dejarlo en la estacada después de lo mucho que le había dado, no se cansó de darle oportunidades. Pero no hubo manera.

Además, la ingratitud de muchos aficionados hizo que tuviera unas semanas de uñas con parte de la hinchada de Carranza que pronto olvidó lo que el de Sanlúcar había dado a la entidad sacándola del pozo en el que estaba cuando llegó de Villanueva de la Serena. Le ponía ganas e incluso jugando a un nivel muy inferior seguía siendo una amenaza para los rivales ya que no había partido en el que no tocase cinco veces la línea de fondo con el balón en sus pies. Apenas tuvo gol pero ofreció asistencias pero el fútbol no entiende de pasado y llegó el mercado de verano y la élite se había olvidado de contar con él.

Tiene 28 años y ya ha madurado. Los malos momentos sirven para crecer y aprender y a fe que Salvi lo ha hecho. Sabedor que todo está en él, fue dejando atrás las penas y comenzó a ilusionarse de nuevo. Consciente de que el club no había estado del todo a la altura con el que tanto dio en Segunda B y Segunda se le mejoró el contrato para hacerlo subir en el escalafón de un vestuario que tanto depende de sus internadas. Y cuando a uno se le trata bien, se encuentran recompensas. Y ahí está Salvi, una vez más, a las puertas de un mercado invernal en el que no se descarta que venga un club a pagar su cláusula que es de siete millones en Segunda y de diez en Primera, donde, ya sí, Salvi quiere jugar en la Tacita.

Mejor asistente de 2019

Una de las pruebas que emite el jugador de que se encuentra de maravilla son las estadísticas que lleva . Y es que para marcar goles se necesita un compañero que dé el pase, condición básica del fútbol. En este 2019, los más de 50 goles anotados en LaLiga SmartBank han contado con numerosos asistentes, erigiéndose Salvi Sánchez como el máximo pasador con un total de ocho asistencias.

Dos en los partidos que corresponden a la temporada pasada y seis a los de la actual. Con tres pases de gol están empatados Ager Aketxe y Nano Mesa, seguidos por Rober Correa con dos asistencias. Con una se encuentran Jairo Izquierdo, Dejan Lekic, David Querol, el ‘Pacha’ Espino, Djordje Jovanovic, Darwin Machís, Sergio Sánchez, Jon Ander Garrido, Iza Carcelén, Juan Cala e Iván Alejo.

Un total de 17 jugadores diferentes que fueron los últimos en tener el balón antes que la afición cadista cantara el gol entre los que destacan Salvi que, además, es el segundo máximo asistente de la categoría con las asistencias que llevada dadas. Las mismas que Sangalli (Real Oviedo) y cuatro menos que Embarba (Rayo Vallecano).

El pasado sábado fue baja en Ponferrada y su equipo lo notó. Y en cierto modo es normal que se extrañe.

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