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Real Murcia-Cádiz CF (1-2): Victoria a lo campeón

El equipo amarillo remonta el gol de Chavero y da un golpe de efecto en feudo del líder para recuperar parte de la confianza perdida

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Ávalos Barrera estuvo presente en el Real Murcia-Cádiz CF celebrado el 28 de febrero de 2016 en La Nueva Condomina.
Ávalos Barrera estuvo presente en el Real Murcia-Cádiz CF celebrado el 28 de febrero de 2016 en La Nueva Condomina.

Triunfo grande. A lo campeón. El Cádiz CF gana al Real Murcia en la Nueva Condomina, ante el líder y en su propio feudo. Una victoria para soñar, para creer, no en un campeonato inalcanzable por la irregularidad mostrada pero sí en una buena disposición para una hipotética promoción de ascenso.

El equipo de Claudio, reforzado en una tarde de alivio para el míster, cosechaba los tres puntos navegando contra la adversidad de un gol en contra y siendo sólo inferior en los primeros diez minutos de la segunda mitad. Los visitantes aguantaban bien antes del descanso, aguardando a las acometidas que nunca llegaban, y el gol de Chavero en la reanudación le obligaba a desatarse, con una furia controlada.

Dos mediocentros, David y Abel (que actuaba más adelantado tras la salida de Machado), volteaban el luminoso.

El ex del Melilla tres minutos después del gol murcianista, sorprendiendo al cuadro pimentonero. Y Gómez corroborando el buen juego del conjunto gaditano, merecedor del mayor botín en un terreno históricamente inhóspito.

La victoria tiene mucho de números (tres puntos más, siete de diferencia con el quinto y escalando posiciones en la tabla), pero más de sensaciones. Pese al desastre vivido esta campaña, en mayo la historia puede ser diferente. En un partido de ascenso, el Cádiz CF mostró su mejor cara. Y eso permite recuperar parte de la confianza perdida.

El Cádiz CF ingresaba en la Nueva Condomina con la pérdida de un Andrés que se quedaba fuera del once por un problema estomacal. Ante la marcha de Tomás, Claudio abría la puerta de la titularidad a Pavez, inédito en los últimos meses y con la difícil papeleta de Chavero por su carril.

La banda izquierda, el quebradero de cabeza del técnico levantino, vivía el regreso merecido de Álvaro, fraguado a base de goles decisivos. Muy mermado, con las ausencias obligadas de Calvo, Servando, Güiza y el mencionado carrilero, el conjunto gaditano se plantaba asumiendo su posición inferior en terreno pimentonero.

No arriesgaba con el balón en su poder (salvo David Sánchez, con patente de corso) y esperaba que su adversario tomara las riendas para intentar desmontarlo con un contragolpe o a balón parado. Precisamente en la estrategia granjeaban su primera ocasión, y no con un centro sino con un remate desviado de David Sánchez.

El paso de los minutos mostraba un Cádiz CF más serio, con ese oficio que se le presume, aunque extremadamente inocente desde la línea de tres cuartos. Sólo en faltas y córners contenía cierto peligro. Eso sí, marcaba el ritmo del juego, aspecto interesante al tener enfrente al líder y mejor equipo del Grupo IV. Al menos tiene personalidad. Al igual que esos despistes en defensa que a punto le costaban dos tantos.

El conjunto de Claudio llegaba con limpieza al campo rival pero ahí se apagaba la luz. Ni Abel ni Machado encendían la bombilla y por bandas el desborde de Salvi y Álvaro es posible con espacios, pero su peligro es inocuo ante una zaga bien parada. Mientras, Despotovic permanecía 'missing'.

Aparecía el descanso como una reclamación de ambas escuadras. Murcia y Cádiz se guardaban excesivo respeto, y hasta daban por bueno el empate. Un punto que satisface a los dos equipos a tenor de lo poco que arriesgaban. El cuadro de Aira, con una marcha menor, sólo se aproximaba gracias a los errores cadistas, y éstos únicamente a balón parado.

Los locales subían revoluciones y acosaban a los amarillos, desarbolados pese a la entrada de Nana por Machado. Aira y los suyos demostraban que apretando un poco a este Cádiz CF se convertía en vulnerable. Acumulaban ocasiones y gol rondaba los dominios de Cifuentes, que se golpeaba con el palo al salvar una pelota. Curiosamente, al Cádiz CF le daban de su propia medicina.

Un córner sacado desde la derecha lo cabeceaba a gol Chavero en el primer palo al adelantarse a David Sánchez y ganarle la posición. Los pimentoneros abrían la lata merecidamente. El cuadro gaditano quedaba otra vez retratado. Sin embargo, la fortuna le sonreía y tres minutos después el propio David remataba un centro de Juanjo para igualar la contienda.

Los goles rompían el corsé del duelo. Lolo sustituía a Despotovic, aún sin aparecer desde su llegada. El partido tenía muchos partidos en sí mismo, dominio alterno cada minuto. El Cádiz CF tuteaba al líder, le ponía nervioso y contra las cuerdas. No se ha visto así en muchas el Murcia en esta temporada.

En una descoordinación entre el medio y la defensa, Lolo Plá se metía entre líneas y cedía a Abel, que encaraba a Simón en la corona del área. El exmurcianista se reivindicaba con un tanto decisivo, clave para agarrar confianza y para adelantarse en la Nueva Condomina.

Claudio sufría, pero por dentro debía mostrar una enorme sonrisa. Por primera vez en meses su Cádiz CF mostraba solvencia, categoría de equipo grande. Aguantaba bien a un Murcia errático, impreciso. Lucía ese oficio que se le espera, y Mantecón relevaba a Abel para inyectar mayor tranquilidad al juego amarillo. El mediocentro madrileño salía expulsado pero no se quedaba más que en una anécdota. El triunfo manda.

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