CÁDIZ CF

Pina, en el punto de mira

'Ideal' analiza el modo de proceder del consejero del Cádiz CF en el mundo del fútbol

Canal Amarillo

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Quique Pina y Vizcaíno no tienen apenas relación.

Fue el pasado 31 de enero, hace menos de un mes, cuando Quique Pina fue detenido. La 'Operación Líbero' llevaba al consejero delegado del Cádiz CF a prisión preventiva por delitos contra la Hacienda Pública, fraude fiscal y blanqueo de capitales, entre otros.

La investigación era llevada a cabo por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y se remontaba a mucho antes. El seguimiento al empresario murciano y las escuchas telefónicas durante casi dos años dieron pie a los registros posteriores de las oficinas de los clubes bajo la influencia de Pina (Granada, Cádiz CF y Lorca Deportiva), además de las residencias del empresario y su detención, que le llevó a estar en la prisión de Soto del Real durante 17 días.

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata acordó su libertad provisional sin fianza aunque con medidas cautelares. Le mantuvo los cargos por los que se le investiga y que le llevaron a prisión preventiva el día 2 de febrero por riesgo de destrucción de pruebas.

Tal y como apunta 'Ideal' , el equipo de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) y la delegación andaluza de la Agencia Estatal de le Administración Tributaria presentaron tres informes: uno el 3 de febrero, otro el 16 de junio y un último el 25 de octubre. Siempre en el año 2017.

Dichos informes están relacionados con las infracciones penales antes descritas e identifica a las personas físicas que aparecían en las operaciones de fraude fiscal. En la relación se cita a Quique Pina, Gino Pozzo, Juan Dólera, Juan Carlos Cordero, Elena Pina, Juan José Pina, Trinidad Campuzano, Joaquín Vigueras y David Buitrago.

Por su parte, la UDEF y la Brigada de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción (BLA) de la Policía Nacional presentaron un informe paralelo en el que se analiza la constitución y evolución del capital social de la mercantil 'Locos por el balón', propietaria del Cádiz CF, club en el que es actual consejero delegado Pina, donde mantenía hasta hace pocos días el control del área deportiva.

El Cádiz CF, en el foco

Clave es el 5 de diciembre, ese día el juez posibilita las intervenciones telefónicas de los asociados al investigado en cuestión, Quique Pina. Tras las escuchas telefónicas se emitieron otros tres informes que reflejan en una secuencia de conversaciones la actividad de Pina a través de mercantiles instrumentales «utilizadas para el cobro de salarios en los clubes de fútbol y comisiones derivadas de traspasos de jugadores».

Las conversaciones tienen como foco principal el Cádiz CF. Demuestran además, según se refleja en el escrito, que sigue manteniendo contacto con Gino Pozzo, a pesar de que el italiano y el murciano no acabaron de la mejor manera tras la venta del Granada al empresario chino John Jiang.

Y es precisamente en el Cádiz CF donde Pina no terminaba de adquirir el control. La relación de Quique Pina con Manuel Vizcaíno, presidente cadista y propietario del 50% de las acciones del club cadista, se ha ido deteriorando con los años y ahora lo que existe es una «guerra» abierta , como se reconoce en varias conversaciones. Por si no fuera suficiente, en el círculo de intereses del Cádiz CF irrumpe otro club, en este caso uruguayo, que también está controlado por el murciano al «cien por cien», asegura él mismo. El Institución Atlética Sud América (IASA) se compró, según consta en las investigaciones llevadas a cabo, a través de Calambur, empresa en la que figura de titular Elena Pina, hermana del expresidente del Granada, pero bajo control de este último.

Pero la presencia de Quique Pina en otro club podría llevar a Vizcaíno a denunciarlo ante la FIFA, así que el dirigente murciano entabla varias conversaciones para crear supuestamente una empresa ficticia que figurara como propietaria de la entidad uruguaya sin que constara por ningún lado su vinculación en el equipo en cuestión. «Se puede hacer y tú no apareces por ningún lado», le dice David Navarro, gerente del Cádiz CF actualmente y que ostentó el mismo cargo en el Granada. La intención de Pina es que «se presente como un convenio» de colaboración entre Cádiz e IASA para formalizar la cesión de varios jugadores sin que, aparentemente, hubiera mayor interés por su parte.

Pina traslada esa intención al presidente del IASA, Vicente Celio, colocado en el cargo por el propio empresario murciano. «En la cuenta que tenga la sociedad anónima yo no puedo disponer de los fondos, ni siquiera de 5 euros, si no me dan la autorización desde España», le dice Celio a Pina en un conversación telefónica el 10 de diciembre del pasado año. «Si tu miedo es que este hijo de puta de Vicente (Celio) me va a robar la plata, no hay forma que te la robe», le insiste desde el país sudamericano.

Guerra abierta con Manuel Vizcaíno

En la misma conversación Celio pregunta por la relación entre Pina y Manuel Vizcaíno: «¿Todavía seguís con esa guerra?». A lo que el murciano le aclara: «Hombre la guerra es en los juzgados, vamos a los juzgados y todo». La principal intención de Pina era comprar «un jugador, o lo cedo, y le cobro el dinero al Cádiz CF y él (Manuel Vizcaíno) no me puede solicitar nada». El murciano insiste en que «él (el presidente del Cádiz CF) me está tocando los huevos como que hay una vinculación entre las dos partes y hacer como que yo lo que estoy haciendo es utilizando al Cádiz CF para sacar dinero».

Pina resume su conversación con el presidente del club uruguayo en que «lo que yo quiero es cambiar el nombre de la propiedad de IASA a otra persona mía, la cual no es Calambur ni soy yo». Celio le responde: «Pones una sociedad en medio y él nunca puede controlar en Uruguay cuál es la sociedad». «Yo soy el dueño del club pero él no puede saberlo», le insiste el murciano. Esa empresa pantalla sería de Croacia, según se registra en las diligencias previas.

Otras conversaciones durante este periodo de escuchas reflejan que Pina «habría recibido dinero derivado de operaciones de traspaso de jugadores a través de sus sociedades». A pesar de que era el presidente del Granada primero y posteriormente consejero delegado del Cádiz, seguía realizando «gestiones para terceros equipos», sobre todo en materia de asesoramiento deportivo o intermediación, de las que se «entiende que ganaría su porcentaje, el cual cobraría a través de mercantiles que gestiona su familia».

El propio Pina reconoció posteriormente ante el juez que no quería dejar esa actividad, prohibida al ostentar un cargo en un club.

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