Cádiz CF

Motivos para la esperanza

Jugadores como Salvi, José Mari o Garrido todavía no han llegado a la plenitud física de otros años

Alfonso Carbonell

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Los jugadores del Cádiz CF sujetan la portería.

Es verdad que el que no se consuela es porque no quiere. Y que de lo malo siempre se tiene que sacar algo bueno. Algo así como ver el vaso medio lleno. En definitiva, ser positivo, optimista. Y es eso a los que los cadistas más tranquilos se agarran para, primero, explicar el mal arranque liguero y, segundo, confiar en la remontada de un equipo que tan solo está en horas bajas porque ya no solo es que esté en plena construcción sino porque también lo está con jugadores que están y son claves en horas bajas.

Las cosas no salen. Cierto. Pero no salen por diferentes motivos, pero hay uno que sobresale en el apartado de las excusas: el bajo rendimiento que están dando jugadores de los que se espera muchísimo más de lo que están dando. Y se espera no por nada, sino porque se sabe que lo pueden dar porque han dado razones más que suficientes para hacerlo creer en otras temporadas.

Varios son los jugadores que están a la sombra en estos momentos pese a estar contando en el once de Cervera, que se encuentra obligado por las circunstancias y a la espera de recuperar a su guardia pretoriana. Porque el primero es saber que los necesita es el entrenador y por eso mismo, a sabiendas de que no están ni de lejos en su mejor momento, debe alinearlos en su once para que vayan acumulando minutos de competición, los que importan, los que cuentan, los que suman, en definitiva, los que valen. Es por eso que se empeña en Salvi de titular, o por eso que insiste con José Mari y por lo que más pronto que tarde tendrá que hacerle hueco a su insustituible Jon Ander Garrido, al que le deberán seguir fichajes importantes como Jairo Izquierdo y en última instancia Sergio Sánchez.

El hecho de que ninguno de los anteriormente nombrados haya comenzado bien la temporada se debe a diferentes situaciones que se han dado. El caso que más puede indignar al aficionado es el de Salvi, que nunca ha estado lesionado, más allá de leves molestias, pero que debido a que estaba en una situación parecida a la de Alvarito el pasado verano no ha entrenado con normalidad en la pretemporada. Y eso le está pasando muchísima factura. El sanluqueño lo intenta todo cada jornada pero no le sale prácticamente nada. A pesar de ello, el extremo diestro es la principal fuente de oportunidades de un Cádiz CF en el que, como no será la cosa, el jugador más brillante de este comienzo liguero es el canterano Manu Vallejo.

El otro jugador clave en el organigrama de Cervera es José Mari, que tampoco pudo hacer una pretemporada normal debido a que aún estaba bajo el periodo de inactividad producto de la grave lesión que sufrió la pasada campaña en Zaragoza y que le apartó de la competición. Debido a ello, Cordero firmó a un nuevo mediocentro para contar con cinco por si el roteño recaía de su lesión. Afortunadamente, José Mari está cumpliendo poco a poco minutos y se desea que vuelva a su mejor forma, algo que todavía es temprano como para poder afirmarlo.

De todos, al que más echa en falta Cervera es a Garrido , que se lesionó en las últimas jornadas de la pasada Liga tras sufrir un esguince de rodilla ante el Barcelona B. Aquella lesión lo borró de aquel final de campaña e incluso le ha acompañado hasta hace bien poco que entró por primera vez en la convocatoria de la pasada jornada en Tenerife. El vasco, a marchas forzadas dado los malos resultados, tendrá que coger minutos en partidos con mucho en juego. No queda otra, su técnico está en apuros y él desea salir en su rescate.

Y si Salvi, José Mari y Garrido son miembros de la guardia pretoriana de Cervera también se espera el ingreso de otros dos jugadores firmados para dar mayor mayor empaque al equipo como son el extremo Jairo y el central Sergio Sánchez. El primero llegó lesionado del Extremadura el pasado verano y no ha debutado aún mientras que el segundo acaba de romperse entrenando y tiene complicado su debut a pesar del milagro que espera el club. Y es que si uno, el canario, viene a suplir la marcha del añorado Alvarito, el otro, el catalán, llega con la etiqueta de ser un central de relumbrón y con una hoja de servicio impresionante para liderar una defensa de Segunda.

El optimismo lleva a pensar que en cuanto estos cinco jugadores recuperen el tono físico y comiencen a tirar del carro la cosa debe empezar a funcionar. Para ello, el primero de la nave, es decir, Cervera, deberá hacer todo lo posible para que el barco no se hunda antes de tiempo y tenga que ser otro (su posible sustituto en el caso de no enderezar la situación) el que llegue al banquillo con el privilegio de encontrarse a pleno rendimiento a los cinco que se sigue esperando.

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