CÁDIZ CF

Marbella-Cádiz CF: El termómetro del fútbol

Tras la guerra Vizcaíno-Pina, en tregua desde el jueves, el duelo servirá para medir cómo afecta al Cádiz CF su nueva ‘infección’

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Claudio juega con el esférico durante un entrenamiento del Cádiz CF,
Claudio juega con el esférico durante un entrenamiento del Cádiz CF,

El Cádiz CF ha sufrido una severa infección esta semana. Los virus han penetrado en la sociedad, han elevado la temperatura corporal y han mostrado los primeros síntomas de una enfermedad silenciosa, lenta pero que ahora empieza a dar la cara. Este club no está sano; el conflicto interno va destruyendo la estabilidad desde dentro, rompe los tejidos y amenaza con debilitar seriamente a una entidad con las defensas mermadas por tanta vejación.

Después del destrozo del lunes, a los tres días llegaron las medicinas. Analgésicos para paliar el dolor, para sanar la herida. En realidad, solo una tirita y a saber cuánto tardará en despegarse. ¿Cuánto daño habrá hecho? Pues lo determinará el termómetro del fútbol. Porque hoy hay fútbol, que de eso se trata.

En Marbella a las 18 horas, el plantel de Claudio Barragán reflejará las secuelas de esta lucha de poderes institucional.

La zozobra siempre perjudica y sin embargo la confianza en este grupo de jugadores es máxima, pues este entrenador sabe bien lo que se trae entre manos y ha aislado a los suyos de la batalla Vizcaíno-Pina. El Cádiz CF, el de las dudas en pretemporada, se ha liberado de mucha presión con su buen arranque liguero y su paseo militar en Copa.

En el torneo del ko se acaricia ese objetivo de los dieciseisavos de final (el Laredo representa el último obstáculo hacia el taquillazo), mientras que en la competición doméstica se firmaba el encuentro más completo ante el frágil Algeciras. En este Cádiz CF tan descompensado la historia es cíclica: cuando la vida sonríe sobre el campo la pena llega en los despachos y viceversa.

Más amplitud de plantilla en el Cádiz CF

Esta campaña Jorge Cordero, el mismo que abandonó el pasado domingo y del que no se descarta su vuelta, aprendió del error del pasado curso y ha ampliado su fondo de armario. Por ello las bajas se acusan, pero menos. El cansancio por la acumulación de partidos y de viajes, por la fatiga, se ha cobrado las piezas de Cristian y Mantecón.

El primero tiene un claro sustituto y es que Juanjo, aún renqueante pero más por falta de forma que por lesión, aspira a ese carril diestro y con su férrea oposición pronto se va a sacar la plaza. En el lugar del centrocampista madrileño ha emergido la figura de Alberto Quintana, sobresaliente en el derbi en Carranza, si bien la medular en Marbella será propiedad de Abel y Garrido.

Cifuentes permanecerá en el arco pues aunque Claudio habla de rotaciones PolBallesté ha sufrido esta semana un leve esguince de tobillo. Josete, Servando y Tomás tendrán que dotar de fortaleza a la retaguardia ante un conjunto marbellí con mucha potencia ofensiva gracias a su dominio del juego aéreo.

Fortaleza aérea del Marbella

La pelea en el espacio va a ser dura. El Marbella de Loren es una escuadra intensa y con jugadores muy altos, como Fabiani, el ariete, que ronda los dos metros. Aprietan mucho arriba e intentarán propiciar el fallo de centrales y laterales en la salida de balón para golpear con velocidad.

También se gustan con el esférico en su poder. Gerrit, inconmensurable hace dos temporadas en El Palo y con experiencia en Segunda con el Numancia, es un futbolista que otorga mucho equilibrio al centro del campo junto a Yebra. De hecho, el cuadro costasoleño no conoce la derrota con Loren en el banquillo (ya son doce partidos, contando los ocho del año anterior), firmando un récord histórico de imbatibilidad.

El césped se ha mimado para escapar del desastre de cada curso. Esta vez se podrá jugar al fútbol, no como la temporada pasada, en la que Airam rescató un punto en la arena de una playa con gradas. Lo tendrá mejor Dani Güiza, ese delantero del que se espera lo mejor cada jornada y que cada día deja una muestra de su clase, con taconazo incluido. Le escoltarán Hugo y un inconmensurable Kike por banda y Machado en la mediapunta.

En esta parcela del terreno debe hacer mucho daño el Cádiz CF. Su artillería posee una pegada tremenda, mientras que el adversario tiene a los dos centrales titulares tocados, por lo que apuntan al once Edi y Marcos, que se llevaron cinco en Carranza hace pocos meses.

No hay mejor cura para un enfermo que la alegría, y en fútbol es la consecuencia del gol, del triunfo. El equipo recuperará el color con una victoria en terreno malagueño, con un paso que permita mantener una confianza que ya le ha otorgado la afición.

Claudio y sus pupilos son esos ‘alcahuetos’ que pueden reconducir el matrimonio Pina-Vizcaíno, roto después del desastre de San Mamés y el batacazo del ‘play off’. Aquellos que pueden resucitar la pasión. Porque lo que une el éxito solo lo puede separar el fracaso. Y en una empresa futbolística, todo depende de que entre la pelotita.

Ver los comentarios